Tiempos de espera de dos a cinco meses para citas de 15 minutos, es el panorama al que se enfrenta cualquier ciudadano que pretenda acceder a un psicólogo por la vía pública. Pese a ser una de las especialidades con más demanda, los recursos para atenderla, denuncian desde la Asociación de Psicólogos Clínicos del Sergas, son “insuficientes”. “Transversalidad, mayor y más rápida accesibilidad de la población a los tratamientos psicológicos, reducción de los tiempos de espera, mejora de la calidad asistencial y una perspectiva más comunitaria” son los objetivos fijados, por estos especialistas, para reivindicar su presencia en Atención Primaria.

¿Desde cuándo arrastra la sanidad pública gallega un déficit de psicólogos clínicos?

La Asociación de Psicólogos Clínicos del Sergas y el Colexio de Psicoloxía de Galicia venimos reivindicando, desde hace años, un mayor dotación de recursos humanos en la sanidad pública gallega, tal y como se establecía en el Plan estratéxico de saúde mental de 2006, que ya preveía una serie de contrataciones de psicólogos clínicos para potenciar el área de la salud mental, y dar respuesta al aumento de la demanda de consultas por problemas emocionales derivados de los cambios sociales. Pero esa hoja de ruta quedó paralizada con la crisis de 2008, que dio paso a una década de recortes, en la que se dejaron de cubrir las bajas y sustituir las jubilaciones, de manera que el incremento de psicólogos clínicos en el Sergas, durante ese periodo, fue cero.

¿Esa escasez de profesionales es especialmente acusada en algún nivel asistencial?

La ausencia de psicólogos clínicos se hace más patente, ahora mismo, en Atención Primaria, porque una de cada tres consultas de ese nivel asistencial están relacionadas con problemas emocionales derivados, en muchos casos, de cuadros de ansiedad, depresión, trastornos adaptativos, etc... pero también de circunstancias socioeconómicas. Los compañeros de los centros de salud llevan años reivindicando una mejora organizativa que les permita disponer de tiempo suficiente para atender a los pacientes, lo cual podría incidir en que esas cuestiones emocionales pudieran ser tratadas de una manera no medicalizada.

"Una de cada tres consultas de Atención Primaria están relacionadas con problemas emocionales"

¿A qué se refiere?

A que la falta de tiempo en las consultas de Atención Primaria contribuye a que el consumo de psicofármacos, antidepresivos y ansiolíticos se haya disparado en España. Y es que aunque los médicos de cabecera deriven a los pacientes a salud mental, para llegar al psicólogo clínico, en casi todas las áreas sanitarias de Galicia, tienen que pasar el filtro previo del psiquiatra. Esto implica que personas con problemas adaptativos, duelos complejos, cuadros depresivos leves o insomnio motivado por preocupaciones laborales, tengan su primer contacto con el psicólogo clínico cuando llevan ya tres o cuatro meses tomando ansiolíticos o antidepresivos, pese a no ser el tratamiento adecuado para abordar ese tipo de problemas. Es más, lo que hace es empeorar, cronificar y dificultar su solución.

Los psicólogos clínicos reivindican, desde hace años también, una organización propia como colectivo profesional. ¿Cuál es ahora su situación dentro del sistema?

En los años 90, los psicólogos clínicos, que en aquel momento no éramos facultativos especialistas, fuimos incluidos en los servicios de Psiquiatría del sistema sanitario. A partir de ahí, el desarrollo profesional, tanto a nivel académico como científico y de evidencia en la práctica clínica, fueron conformando un corpus teórico y médico que requería ya tener voz propia. Pero la realidad es que, a día de hoy, el acceso a los tratamientos psicológicos por parte de la población es muy muy precario.

¿Cómo les condiciona el hecho de que su presencia esté limitada a los servicios de Psiquiatría?

Cercena mucho nuestras posibilidades de desarrollo profesional. La Asociación de Psicólogos Clínicos del Sergas ha dedicado muchos años a debatir, en el seno de la profesión, qué podíamos aportar. En Atención Primaria, desde el desarrollo del Plan nacional de especialidades, los psicólogos clínicos tenemos la categoría de facultativos especialistas de área. Nuestra especialidad está en el abordaje integral de la persona, teniendo en cuenta no solo variantes médicas, sino también familiares, sociales, laborales... Deberíamos servir de puente entre las distintas áreas médicas y niveles asistenciales. Pero la realidad es que, mientras en Europa hay 16 psicólogos clínicos por cada cien mil habitantes, en España la media es de 4,3, con un desarrollo muy heterogéneo entre comunidades autónomas.

"Los psicólogos clínicos deberíamos servir de puente entre las distintas especialidades médicas y niveles asistenciales"

¿En qué cifras se mueve Galicia?

Nuestra ratio no llega a 4 psicólogos clínicos por cada cien mil habitantes. Hay comunidades autónomas con cifras similares, pero también hay otras, como Cataluña, que están por encima de nosotros.

El ‘Plan de saúde mental postCOVID’ prevé la incorporación de casi medio centenar de profesionales de su especialidad. ¿Cómo van esas contrataciones?

El Plan estratéxico de saúde mental, que a raíz de la pandemia se tranformó en Plan de saúde mental de Galicia postCOVID 2020/2024, arroja la contratación de algo más de 40 psicólogos clínicos en cuatro años, focalizados en reforzar las unidades de salud mental, prevenir el suicidio e incrementar los recursos a la salud mental infanto-juvenil. Además, contempla la figura del psicólogo clínico de enlace con Atención Primaria. A día de hoy, sin embargo, el ritmo de contratación de los profesionales varía entre las distintas áreas sanitarias, aunque en el último mes se están acelerando. Hace un par de semanas salieron, por ejemplo, dos interinidades en Ourense; y en el área de A Coruña, cuya ratio de psicólogos clínicos está muy por debajo de la media gallega, se hicieron también los primeros contratos.

"La ratio de psicólogos clínicos de A Coruña está muy por debajo de la de otras áreas sanitarias gallegas"

¿Con las incorporaciones previstas se paliaría la carencia de psicólogos clínicos en el Sergas?

En comparación con la oferta de los últimos años, las plazas previstas en ese plan postCOVID parecen muchas, pero no cubren ni las carencias que ya había detectadas en 2006, ni creemos que puedan dar cobertura a todos los problemas de salud mental derivados de la crisis del COVID.

¿Esos problemas de salud mental serán la próxima pandemia?

No podemos hacer predicciones exactas de futuro, pero sí sabemos que muchas familias, sobre todo durante la primera ola, perdieron a sus seres queridos de una manera abrupta, sin poder despedirse de ellos, aunque desconocemos cuántas de esas personas podrán desarrollar cuadros de duelos complicados. Tampoco tenemos certezas sobre cómo va a afectar a adolescentes y adultos jóvenes, a medio plazo, la ruptura de sus modelos de vida. Y habrá que estudiar otras cuestiones, como los datos de incremento de consumo de tóxicos, o de las demandas de atención en las unidades de salud mental infanto-juveniles. No obstante, lo que sí sabemos, a día de hoy, es que las consultas de los psicólogos privados tienen ya lista de espera. Y si la sanidad pública no proporciona una accesibilidad real, en tiempo y forma, a las ciudadanos sin una estabilidad económica y unos ingresos que les permitan acudir a una consulta privada...

"No podemos prever con exactitud qué pasará en el futuro, pero las consultas de los psicólogos privados tienen ya lista de espera"

Habla de accesibilidad en tiempo y forma. ¿Cuál sería la demora máxima aconsejable?

Si la atención psicológica se produce en los 15 primeros días de la demanda, y la frecuencia de las consultas es la adecuada, un gran porcentaje de las situaciones que requieren esa asistencia se resolverían en tres o cuatro sesiones.