Un amigo de Heidi Paz, de cuya muerte se acusa a César Román, conocido como el rey del cachopo, aseguró ayer en el juicio que ella le llamó el día que desapareció porque había discutido fuertemente con él y tenía miedo de estar sola, pero no se vieron, mientras la hermana de Heidi corroboró que él la controlaba y ella le tenía miedo.

La Audiencia Provincial de Madrid celebró ayer la quinta sesión del juicio a César Román, para el que la Fiscalía pide 15 años y cinco meses por el homicidio y descuartizamiento de Heidi Paz, con la declaración de ocho testigos. En la sesión se vivieron dos momentos de tensión: cuando la hermana de Heidi acabó su declaración increpando al acusado, gritándole, y ya en los pasillos de la Audiencia tuvo que ser atendida por un médico forense por un ataque de ansiedad, mientras que al término de la declaración del exnovio de Heidi, Marcelo, este se acercó al procesado diciéndole, con tono amenazante, “tú vida es prestada, boludo”.

Un amigo de Heidi, Álvaro, relató que el 4 de agosto de 2018 ella le llamó para verle porque “había tenido una discusión fuerte con César y no quería estar con él, estaba mal y tenía miedo de estar sola”, y él le ofreció que fuese hasta una discoteca de Móstoles en la que estaba, pero ella finalmente no fue, y ya no contestó sus llamadas ni mensajes. Se trata de la madruga tras la que se pierde el rastro de la joven hondureña de 25 años.

La hermana de Heidi, Karina Josselyn, ha contado que aunque vive en Honduras hablaba mucho con ella por teléfono, y en mayo de 2018 le contó que estaba saliendo con César Román y ambos estaban “felices”, pero luego ella le confesó que “era controlador, impulsivo y que tenía miedo de que él le hiciera daño”.