El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió ayer que, con la aparición de la variante delta, más transmisible que las demás, “probablemente” el porcentaje para alcanzar la inmunidad de grupo deba ser superior al 70 por ciento. Sánchez celebró que España esté en la cabeza mundial de la vacunación: “Esta es una carrera de larga distancia y la estamos liderando”.

“Somos el país que a mayor ritmo está vacunando”, aplaudió el jefe del Ejecutivo, satisfecho por poder cumplir la meta de poder completar la pauta al 70% de los españoles antes de que acabe el verano, pese a que “mucha gente criticó” los cálculos del Gobierno. Pero, “con la aparición de la variante delta”, esa cifra “muy probablemente no sea un 70%, sino superior para poder alcanzar esa inmunidad de grupo”. “España es la nación que más ha vacunado entre los 50 países más poblados del mundo, situándose por delante del Reino Unido, Estados Unidos, Francia o Alemania, por lo que podemos decir que tiene la medalla de oro de la vacunación”, enfatizó.

El virus sigue estando ahí “y no hay que bajar la guardia”, pero los esfuerzos que están haciendo las comunidades por contener su quinta sacudida “empiezan a tener sus resultados”, y la curva empieza a estabilizarse de nuevo en un momento en el que ya muchas autonomías han abierto la vacunación a los más jóvenes, el colectivo donde más contagios se están produciendo.

Sánchez valoró el ejercicio de cogobernanza nunca antes “desplegado en nuestro país”. En este sentido, señaló que en el encuentro del miércoles Gobierno y comunidades pactaron crear un grupo de trabajo que delimitará los aforos en las competiciones deportivas. Hace un mes, la ministra de Sanidad ya anunció que la normalidad volvería a los estadios de fútbol y las canchas de baloncesto.

La incidencia vuelve a bajar en España

La incidencia de casos a 14 días sigue bajando y se sitúa en los 696,31 casos por cada 100.000 habitantes, un descenso de 3,53 puntos respecto al miércoles, aunque la presión en las UCI aumenta y llega al 17,71% de camas ocupadas. Otros 46 fallecidos elevan el total oficial de decesos por COVID-19 a 81.442 personas. A falta de los datos de Aragón por problemas técnicos, el número de contagiados aumentó en 26.689, lo que supone 460 menos que los notificados el día anterior. Los peores datos se muestran en la presión hospitalaria en las UCI, donde se han sumado 51 pacientes críticos más y actualmente hay 1.644 personas ingresadas. En porcentaje de camas UCI ocupadas destaca Cataluña, que sigue con una presión del 44,81%.