Más de 5.000 profesionales sanitarios infectados de COVID en 18 meses parece mucho.

La afectación COVID por contagios es muy alta. Denunciamos en el primer momento cuando se cuestionaba el uso de ciertos medios de protección que ahora un año después asumimos como indispensables como el uso de la mascarilla FFP2. Al final nos dieron la razón en que estos medios eran necesarios. Llegó a haber 600 profesionales afectados de todo el Sergas de COVID, lo que era una barbaridad. En Enfermería, llegamos a rondar el 40% del personal enfermo dentro de los profesionales infectados de todas las categorías.

Me comentaba que en estos días de agosto, está aumentando la incidencia.

Añadido a la situación de déficit de profesionales que viene de atrás, tenemos las plantillas muy ajustadas. A poco que se dispare el número de ingresos hospitalarios, eso incide en la carga de trabajo. Hay muchos profesionales de baja y la gente necesita también permiso para tener cierta desconexión por la fatiga mental por la pandemia. Pero esos descansos no se pueden asumir porque no hay sustitutos que puedan garantizar la continuidad asistencial. Se deniegan permisos y nos encontramos con personal doblando turnos lo que repercute en la salud de los trabajadores.

¿En qué medida les afecta en el trabajo el haber pasado la enfermedad?

Hay muchos que arrastran secuelas, no son secuelas importantes físicas. Son falta de atención, menos tolerancia a las cargas del trabajo... Hay una repercusión en el desarrollo laboral de esta gente. Con la sucesión de olas, cuando llegamos a un momento vacacional hay otra y no hay posibilidad de descanso con el personal al 150%. Todo esto repercute negativamente.

¿Qué medidas echan en falta que tomen?

En la hostelería hay restricción de movimiento que no repercute de la misma manera en los hospitales. No hay quien haga una valoración de la cantidad de gente que acude a los hospitales y no hay ningún tipo de control en el acceso y pueden ocurrir brotes en planta. Sería interesante que se tuviera en cuenta en las gerencias. Tampoco hay ventilación en los vestuarios.