Navarra es la última comunidad que quiere exigir el pasaporte COVID para entrar en restaurantes y lugares de ocio, pero no es la única. Galicia también pretende consensuar con la hostelería la semana que viene la iniciativa. País Vasco ya ha pedido el aval de la Justicia y el lunes recibirá respuesta. Mientras las comunidades empiezan a tomar medidas ante el empuje de la sexta ola, con cuatro comunidades en riesgo alto y Navarra en riesgo extremo, el Gobierno asegura que España está afrontando la “recta final” de la pandemia.

“Estamos en vías de superar con enorme esfuerzo la pandemia, estamos trabajando en lo que creemos que puede ser la recta final de la lucha contra el COVID y que con mucha humildad y prudencia dejemos atrás la pandemia”, afirmó ayer el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. En una comparecencia en el Senado, Bolaños reconoció que el “riesgo persiste”, pero también aseguró que la situación es “mucho mejor” que la de otros países europeos por los altos niveles de vacunación que existen en España.

Las comunidades además presionan al Gobierno para que tome la iniciativa y sea quien obligue a presentar el pase COVID para entrar en restaurantes y otros lugares de ocio, para no tener que hacerlo ellos, y que un juez no les dé permiso. Madrid se sumó ayer a esta petición de Galicia, Euskadi, Aragón y más autonomías. “Es una decisión que debe tomarse liderada por el Ministerio de Sanidad, es decir, que actuemos de manera homogénea las comunidades”, señaló Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad de Madrid,

Pero el Ministerio no está por la labor. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, aseguró que el uso del pasaporte COVID para acceder a los locales de hostelería no tiene sentido con el 90% de la población diana vacunada con pauta completa en España (90,7 %). Simón emplazó a “ver lo que va pasando en las próximas semanas” y ver qué se tiene que proponer cuando se vaya acercando la Navidad. “Yo no me atrevería a decir que vamos a estar muy mal o muy bien, es muy difícil”, reconoció.