Pedro Sánchez cree que ha llegado el momento de “intensificar las acciones” frente al virus, pero descarta volver a aprobar restricciones duras, que afecten a la libertad de movimientos. Durante una declaración institucional en Barcelona, donde ayer participó en la clausura del congreso del PSC, el jefe del Ejecutivo convocó la Conferencia de Presidentes, que reunirá el próximo miércoles de forma telemática a todos los mandatarios autonómicos, y quiso transmitir un mensaje de “tranquilidad y confianza” a la población, al tiempo que advirtió del “riesgo cierto y real” de esta sexta ola, marcada por la expansión de la variante ómicron, mucho más contagiosa que las anteriores. No hubo ninguna concreción sobre el enfoque que defiende el presidente del Gobierno.

Volver a instrumentos tan severos como el confinamiento estricto, una medida que Países Bajos acaba de aprobar hasta el próximo 14 de enero, está de momento descartado. Tras los varapalos del Tribunal Constitucional a los estados de alarma, el Gobierno debería recurrir en principio al estado de excepción. Y con la Navidad a la vuelta de la esquina (la cita con los presidentes autonómicos se celebrará solo dos días antes de Nochebuena), tampoco es que tenga mucho margen ni capacidad de reacción. Las decisiones se tomarán de forma conjunta con las autonomías, pero todo apunta a iniciativas como limitar las grandes aglomeraciones y restringir el ocio nocturno y los interiores de la hostelería, posibilidades que ya cuentan con el rechazo de la Comunidad de Madrid. Como tantas otras veces desde el inicio de la pandemia, Isabel Díaz Ayuso, anunció ya el sábado que estaba en contra de cualquier nueva medida.

Pese a que su tono y actitud frente al virus es en ocasiones distinto a la de su compañera de partido, y de que ambos se han enfrentado en los últimos días por la celebración de las tradicionales cenas prenavideñas, Pablo Casado también evitó ayer respaldar la anunciada Conferencia de Presidentes. Según el líder del PP, el jefe del Ejecutivo ha vuelto a “parapetarse en las comunidades para no asumir su responsabilidad”. Menos beligerante, el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, también del PP, incidió en la ausencia de concreciones por parte de Sánchez en su comparecencia. La cita del miércoles, dijo, debe tener un “contenido serio y sólido”, algo que “de momento no tiene”.

El presidente, que no admitió ninguna pregunta, insistió en que hay un componente distinto en esta ola respecto a las previas: las elevadas tasas de vacunación de España, donde 38 millones de personas (el 89,7% de la población diana) tienen la pauta completa. Sánchez ha resaltado que, en otras ocasiones, con cifras de contagios más bajas, había muchas más muertes y hospitalizaciones. La incidencia acumulada se sitúa ya por encima de los 500 casos, un nivel considerado de riesgo muy alto, según los criterios del Gobierno. Los ingresos hospitalarios por COVID casi se han multiplicado por tres en los últimos 30 días, con 6.667 pacientes, pero la cifra es muy inferior a las de otros periodos. A estas alturas del año pasado, con una incidencia de 207 casos por cada 100.000 habitantes, el número de hospitalizaciones era casi el doble del actual: 11.336.

“La incidencia sigue siendo inferior a la de países de nuestro entorno, pero que no la podemos dar por buena. Nos advierte de un riesgo cierto y real. Debemos intensificar nuestras acciones ante la expansión del virus”, dijo Sánchez, que también volvió a señalar las vacunas y el uso de la mascarilla como principales instrumentos para atajar la expansión del virus.

Poco después, durante su discurso en el congreso de los socialistas catalanes, Sánchez volvió vuelto a transmitir optimismo, incidiendo en mantener la senda actual, con el Gobierno y las autonomías actuando con “unidad”, y asegurando que dentro de un año España habrá “superado la pandemia definitivamente”, informa Daniel G. Sastre.

“Ahora que he convocado la conferencia de presidentes, y que aumenta la incidencia acumulada y tenemos que dar respuesta a la variante ómicron, quiero trasladar mensaje de confianza y tranquilidad. Confiemos en la estrategia de la ciencia, con prudencia y unidad institucional. O lo que es lo mismo: vacunación, mascarilla y cogobernanza entre el Gobierno y las autonomías. España está recuperándose. Hoy estamos mejor que hace un año, sin duda dentro de un año estaremos mejor que hoy, superando la pandemia definitivamente”, aseveró el líder socialista.

Feijóo pide que la cita no quede solo en una foto y sirva para cerrar “recomendaciones o medidas obligatorias”

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, exigió ayer que la Conferencia de Presidentes del miércoles tenga un contenido “serio y sólido”. “De momento no lo tiene”, lamentó. Feijóo explicó que recibió el sábado la convocatoria oficial por parte de la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, para “hablar de la situación y del impacto de la variante ómicron” y el “previsible impacto” que esta tendrá en las fiestas navideñas. Al respecto, aseguró que le parece “adecuado” y “oportuno” poder tener una “reflexión conjunta” pero ha señalado que “es imprescindible” que esta reunión no se quede simplemente en “una foto”, sino que se trabaje “previamente”. “Por tanto, entiendo que hoy (por ayer) o a más tardar mañana, deben de sentarse los directores de salud pública de las comunidades autónomas y los directores de Sanidad y establecer un proyecto de acuerdo para que esta reunión tenga algún interés y contenido”, dijo.

En este sentido, incidió en que “reunir por reunirse está bien desde el punto de vista institucional” pero “es estéril” desde el punto de vista de los ciudadanos. Feijóo abogó por dar el miércoles “alguna propuesta para los ciudadanos” al “objeto de recomendar” o de aprobar alguna medida “obligatoria” para garantizar que estas fiestas se celebren con el menor número de contagios, y la sexta ola no continúe desbocada. Además, preguntado sobre si es partidario de recomendar o de que se establezcan medidas obligatorias, el presidente de la Xunta subrayó que él apuesta por “una ley de pandemias”. “Me parece que el Gobierno se ha dado cuenta de que la pandemia no ha acabado y seguimos dos años después sin ninguna legislación específica”, afirmó. El mandatario gallego recordó que él ya era partidario en el mes de junio de implantar un “pasaporte COVID”. “Lamentablemente el Gobierno nunca ha querido aceptar un pasaporte COVID y los presidentes autonómicos de todos los colores estamos peregrinando a los tribunales superiores para poder extender ese pasaporte COVID en nuestro ámbito territorial”, censuró.