La Opinión de A Coruña

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“Quien habla de quitarse la vida lo piensa de verdad”

Francisco Villar aborda en su libro ‘Morir antes del suicidio’ los ocho principales mitos en torno a las muertes autoinfligidas u Pide dar credibilidad a quien verbaliza sus intenciones y llama a intervenir rápido

En su libro Morir antes del suicidio. Prevención en la adolescencia (Herder), el psicólogo del Hospital Sant Joan de Déu (Esplugues de Llobregat) Francisco Villar aborda los ocho principales mitos en torno al suicidio.

“Las personas que hablan de suicidio no lo contemplan”. “Desafortunadamente, si alguien dice que tiene la intención de acabar con su vida es que lo está contemplando de verdad, y en ese punto, cuanto antes se intervenga, mejor”, escribe Villar. En la adolescencia, hay que informar a los padres.

“El suicida está determinado a morir”. Es falso. El psicólogo Francisco Villar apunta que “prácticamente nada en la vida se quiere hacer de verdad”, pues la mayoría de las decisiones tienden a la “ambivalencia” como vehículo principal.

“La mejoría tras una crisis suicida significa que ya no hay riesgo”. El psicólogo explica en su libro que una persona que haya intentado suicidarse tendrá, a priori, “mayor riesgo” de repetir el intento que alguien con ideación de muerte o ideas suicidas que no lo ha intentado nunca. “El período de mayor riesgo son las primeras semanas tras el alta hospitalaria, cuando todavía no se han dado los cambios en la vida o en la forma de percibirla”.

“Hablar del suicidio es una mala idea”. Según el psicólogo Francisco Villar, “hablar del suicidio puede incitar al suicidio si se alienta al adolescente a cometerlo; ofrecer un espacio en el que el adolescente pueda compartir sus ideas es un alivio para el adolescente y una oportunidad de recibir la ayuda necesaria”. “Por el contrario, perpetuar el consejo de no hablar del suicidio, por liberador que pueda parecer para la sociedad, tiene un precio alto para la persona en crisis suicida. El precio es la soledad de alguien que no ha elegido voluntariamente pensar en la muerte”, añade el especialista.

“La mayoría de suicidios aparecen sin avisar”. La realidad clínica refleja que la mayoría de las personas que se suicidan o intentan hacerlo “viene de largos procesos de reflexión, de valoración de la posibilidad de hacerlo, frecuentemente vividos en soledad, o volcados en la peligrosa y fantástica herramienta de comunicación masiva que es internet”.

“Una vez que alguien es suicida, siempre lo será”. Según Villar, “no existen las personas suicidas, solo las personas en crisis suicida, y depende de todos que salgan de ese estado”.

“Solo las personas con trastornos mentales se suicidan”. Como recuerda Villar, el suicidio es “más frecuente entre las personas que padecen trastornos mentales” que entre la población general, pero el suicidio “no es exclusivo de ellas”. “Esto es especialmente cierto en la infancia y la adolescencia”, recalca.

“Solo los psiquiatras y psicólogos pueden prevenir”. Aunque los profesionales de salud mental tienen que ocuparse del tratamiento del suicidio, una vez ha aparecido, la prevención es “cosa de todos”.

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