Instalado ya en plena normalidad tras el COVID, el Premio Planeta se prepara para poner de nuevo en marcha hoy sus más importantes fastos de marketing literario. Este año, en el que se cumple su septuagésimo primera edición, será el segundo en el que el ganador se embolse un millón de euros (200.000 el finalista) pero dado que en la pasada edición el monto tuvo que repartirse entre tres autores, Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero, que se escondían bajo el seudónimo de Carmen Mola, en este, muy posiblemente, se cumpla uno de esos hitos tan poco habituales en los que la escritura de una sola novela consiga hacer millonario a un escritor, antes incluso de que haya aparecido en el mercado.
La euforia de los directivos del grupo, con José Crehueras a la cabeza, tiene un buen reflejo en el nuevo récord de manuscritos recibidos, que en esta ocasión se eleva a 846, procedentes en su mayoría de España y Latinoamérica. De ellos, ha surgido la lista de los diez finalistas que de facto se reduce a seis, puesto que cuatro se han presentado a cara descubierta. Lo normal es que el premio recaiga en un escritor con trayectoria y solvencia comercial probada y todos se ocultan bajo seudónimo. A última hora, una de las 10 obras finalistas fue eliminada por no tratarse de un original inédito. El empoderamiento de la mujer y los géneros de novela histórica y novela negra copan los argumentos de las novelas presentadas.
Crehueras ratificó el buen momento que vive el sector del acompañando a un aumento de la lectura que en los adultos alcanza un 60% y es superior en los jóvenes. “Si un adulto lector lee como media un libro al mes, esta relación aumenta a 13 títulos al año en el caso de jóvenes”.
