Emalcsa renueva el bombeo de la estación de Eirís, que acoge un 25% de su reserva de agua

La empresa reserva 563.000 euros para la inversión, que incluye preparar el espacio para añadir paneles solares

Las obras obligarán a interrumpir el suministro en dos ocasiones

Actuales instalaciones de bombeo de la estación de Emalcsa en Eirís de Arriba. |   // LA OPINIÓN

Actuales instalaciones de bombeo de la estación de Emalcsa en Eirís de Arriba. | // LA OPINIÓN / Enrique Carballo

En Eirís de Arriba, la empresa municipal Emalcsa mantiene tres depósitos que pueden almacenar cerca de 22,3 millones de litros de agua, o, lo que es lo mismo, el consumo medio diario de unos 108.600 coruñeses, aplicando los cálculos municipales. Pero esta instalación, que supone “aproximadamente el 25 % de la capacidad de almacenamiento del sistema de abastecimiento municipal de A Coruña”, según la propia Emalcsa, necesita renovación, y uno de sus dos grupos de bombeo ya no está en funcionamiento. La empresa ha abierto un concurso, por valor de cerca de 563.000 euros contando el IVA, para contratar la sustitución del sistema de bombeo por otro “más moderno” y preparar la estación “para la futura instalación de una planta de generación de energía solar fotovoltaica”.

Por la instalación pasan más de 878 millones de litros de agua anuales, y, cuenta con dos depósitos convencionales y uno elevado que es “una de las principales infraestructuras de suministro de agua de la ciudad”. El caudal de salida suele oscilar “entre un máximo de 70 litros de agua por segundo, en el periodo de mayor consumo” y menos de diez en las horas nocturnas.

El contrato contempla que el nuevo grupo de bombeo debe “versátil”, esto es, que pueda tanto subir agua al depósito en altura para mantenerlo al “máximo” como enviar el agua a la red de distribución. El sistema, considera Emalcsa, permitirá realizar trabajos de mantenimiento en la reserva en altura “sin necesidad de interrumpir el servicio de almacenamiento”.

Y los propios trabajos, indica el pliego de condiciones del concurso, deben realizarse como “operaciones muy precisas y en un plazo limitado” para mantener el suministro de agua potable a la ciudadanía. En un primer momento se realizarán cálculos de replanteo, para diseñar el nuevo sistema, y las piezas de calderería se fabricarán y montarán “en un taller especializado”, al tiempo que se retiran piezas que se van a sustituir.

Para el siguiente paso habrá que interrumpir el suministro al depósito elevado para montar la nueva calderería de impulsión, en una “operación sensible” que se debe realizar “durante el periodo de menor consumo de la red”. Las nuevas piezas se asegurarán con bridas y soldaduras antes de realizar los controles de calidad y restituir el servicio.

La colocación de la calderería que aspira el agua también es de “gran sensibilidad”, y obliga a tener el depósito del que sale el agua vacío, pues se practica una nueva salida. En concreto, habrá que esperar a los meses de abril-mayo o septiembre-octubre para vaciar el depósito Eirís II. Una vez más, habrá que interrumpir el suministro al depósito elevado y realizar la obra “con la mayor celeridad posible”.

A esto se suman otras obras menos complicadas, como el picado de nuevas bancadas para las bombas o trabajos de impermeabilización. La empresa adjudicataria también tendrá que renovar la instalación eléctrica, creando un sistema compatible con la instalación de paneles solares. El plazo de los trabajos será de cuatro meses.

Picos en la comida y cena

Los pliegos incluyen un estudio del caudal medio de la estación. En el año 2020 se situó en torno a los 35 litros por segundo a lo largo de los doce meses, mientras que los caudales máximos varían algo más: en abril y noviembre se alcanzaron los 75 litros por segundo, y en el periodo estival se bajó a unos 65.

También se incluyen varios gráficos de consumos diarios, y las mayores cifras se parecen registrar en general en torno al mediodía, con otro pico en torno a las 22.00 horas, probablemente coincidiendo con la preparación de las comidas y lavado de platos. El mínimo “se sitúa en la madrugada”.

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