Científicos lamentan falta de incentivos y excesiva burocracia para la investigación

La falta de incentivos y la burocracia a la que hay que enfrentarse para la captación de recursos es uno de los problemas que tienen los investigadores científicos. “Hemos ido a peor”, asevera la catedrática de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universidade de Santiago (USC), María José Alonso, en el papeleo y, fundamentalmente, en la gestión para la captación de recursos humanos. El catedrático de Medicina Legal y experto en genética Ángel Carracedo insiste en el mismo tema: “Dificulta la vida de todos. Tendrían que confiar más en nosotros y después vigilar que se cumplen los requisitos”.

Galicia tiene buena investigación científica pero todavía le quedan por delante muchos retos. El principal es el de una inversión adecuada, pero no es el único. “Consolidación, estructuración, más inversión, colaboración público-privada, captación y retención de talento y, lo más importante: I+D empresarial”, resumió Carracedo, además de advertir que “España sigue especializada en empresas de baja producción tecnológica”.

Con ellos coincidió también el catedrático, académico y profesor emérito Felipe Casanueva en el coloquio que se celebró en la Facultade de Medicina de Santiago tras la presentación de los Premios Rei Jaume I, galardones que se entregan desde hace 34 años con la intención de acercar el mundo científico y el empresarial, y en el que también participó Andrés Fernández, CEO del Grupo Zendal, moderados por Margarita Hermo, directora de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar, colaboradora de los premios.

Felipe Casanueva puso sobre la mesa que detecta una crisis en los jóvenes porque “se ha trasladado que la investigación es complicada y el mantenimiento de los puestos también”. Su receta es ilusionar a las nuevas generaciones: “La promoción en la universidad se basa en el índice de impacto y en el sistema sanitario todavía es peor: en los años trabajados”.

Alonso, pionera en la aplicación de la nanotecnología a los medicamentos, insistió en que el primer reto es llegar a una financiación “adecuada”. También quiso resaltar iniciativas “acertadas” en Galicia, en referencia a la creación de start-ups o spinoffs, así como la creación de unidades mixtas academia-empresa. “No todo lo hacen los gobiernos. Las universidades también tienen que hacer los deberes”. La clave, considera, está en que una serie de actores tienen que trabajar conjuntamente para mejorar, “también la empresa. Luego los investigadores somos muy obedientes”.

Por su parte, Andrés Fernández, consejero delegado del Grupo Zendal, que trabaja en el sector biofarmacéutico, reconoció que su experiencia en la colaboración público-privada es “muy positiva”. De hecho, destacó que “los productos de mayores ventas de Zendal son desarrollados en su mayoría con instituciones públicas, una de ellas la USC”.