La nueva ABAU: con fórmulas matemáticas, vuelta al ‘listening’ y adiós al análisis sintáctico

Obliga a practicar un pensamiento crítico transversal | La prueba piloto mide si los alumnos están preparados para este nuevo modelo

Alumnos, durante la
prueba piloto.   | // CEDIDA

Alumnos, durante la prueba piloto. | // CEDIDA / REDACCIÓN

REDACCIÓN

La nueva selectividad abre una ventana hacia el mundo real para los alumnos de Bachillerato, acostumbrados a un modelo educativo de férreos pilares teóricos. La prueba piloto realizada el pasado martes en 50 centros educativos de toda España (Galicia no participó) reunió a casi 2.000 alumnos de primero (los de segundo están inmersos en la recta final preparando la selectividad vigente, que se celebrará en tres meses) en torno al circuito de Cheste. Tenían que valorar la complejidad de su diseño como una de las pruebas más difíciles del Campeonato del Mundo de Motociclismo, mediante fórmulas matemáticas. También calcularon el coste de las obras de restauración de la Catedral de Zaragoza.

Estas son algunas de las claves de la nueva ABAU que el Ministerio de Educación pretende implantar en junio de 2024. Antes está por ver el resultado del piloto para comprobar en qué medida los estudiantes están preparados para el cambio. Con un tiempo de entre 105 y 120 minutos, según la materia, los estudiantes han tenido que dejarse llevar por lo que saben, lo que opinan y aprovechar sus competencias personales para plantear soluciones efectivas a problemas reales, como lo harán cuando sean profesionales. Se trata de una prueba que les enfrenta a sí mismos.

Este piloto servirá para obtener el feedback del alumnado y así poder realizar ajustes sobre la prueba. Por eso, los estudiantes también completaron cuestionarios cognitivos y realizaron entrevistas con técnicos especialistas en Educación “para analizar el impacto de la prueba”, según indicó el Ministerio.

Promueve la aplicación del ingenio natural y la teoría

A pesar de las claras diferencias entre asignaturas, la prueba diseñada por el Gobierno central presenta unas bases comunes en todas ellas. Por un lado, el alumno debe usar su propio ingenio para aplicar de manera práctica y resolutiva lo que ha aprendido a nivel teórico. Por otro, los exámenes de cada materia, como en la vida, plantean problemas complejos que deben ser resueltos a partir de un pensamiento trasversal. Es decir, la solución pasa por aplicar diversas ramas de una disciplina.

Casos y datos reales que desafían al alumno

El de matemáticas fue el único examen en esta prueba piloto con dos modelos (A y B) para ver cuál se adapta mejor a los alumnos. Pero más allá de esto, lo que llamó la atención de los estudiantes fueron los ejercicios presentados: “se plantea una situación de la realidad y a continuación se propone un problema”, rezaba el enunciado. Por primera vez se acompañaba de un cuadro con las fórmulas matemáticas que el alumno podría necesitar. Luego, al estudiante le esperaba el plano y medidas del circuito de Cheste (Valencia), valoraciones de la prensa deportiva e impresiones del piloto Dani Pedrosa. Con todo ello debía, entre otras cosas, calcular el tiempo del que disponen los pilotos para realizar adelantamientos en uno de los puntos más complejos del circuito.

En Inglés hay que poner el oído y en Lengua escribir

Aunque Galicia no ha participado, una de las novedades que incluye la nueva prueba es un viejo conocido: el listening. La ABAU gallega lo incluía hasta 2019, en que fue suprimido por el Covid. Ahora el Ministerio lo recupera para valorar los conocimientos de Inglés. La tercera asignatura común (junto con Matemáticas), Lengua y Literatura, suprime el análisis sintáctico para dar prioridad a aprender a escribir textos maduros y argumentados, que implican el correcto uso de la sintaxis. Y se plantea el análisis conjunto de tres textos de estilos y épocas diferentes, entorno a un concepto común.

Discutir los problemas filosóficos de otros ámbitos

Filosofía se despoja del engrudo teórico para, a través de dos imágenes, pedir a los estudiantes que las analicen desde una perspectiva filosófica (plantear problemas filosóficos en contextos variados es una de las nuevas competencias en el currículo). Además, de dos textos que deben ser tratados en comparativa desde las ideas y no desde los autores (que por primera vez incluye a 8 filósofas).

¿Qué pasa con la metodología en el aula?

El nuevo modelo selectivo competencial se ajusta a la tendencia generalizada en países de toda Europa que abogan por modelos de evaluación más prácticos y dinámicos. Sistemas de examen similares a los que ya se usan en las universidades o más cercanos a la realidad de los trabajos. Sin embargo, supone un reto en la medida en que la metodología de aprendizaje en el aula siga el modelo tradicional, usado por gran parte del profesorado. De momento, hay libertad de cátedra, de tal manera que, mientras que el profesor siga los contenidos del currículo que marca Educación, se deja cierta libertad a la manera de enseñar. Así, y viendo la intención del Ministerio de sacar adelante la nueva ABAU, habrá diferencias entre el alumnado. Aquellos familiarizados con nuevas metodologías (aprendizaje por proyectos, basado en problemas, cooperativo...) estarán previsiblemente más preparados para enfrentarse a su Selectividad (donde se juegan la nota de corte que definirá su futuro), que los que no tengan estas experiencias en el aula. Otro reto es el del profesorado de la vieja escuela.

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