Educación

Educación recurre la decisión del juez y obliga a una profesora a trabajar con su hijo enfermo grave

La justicia le concedió a una mujer la máxima reducción de jornada que no se ha hecho efectiva por el recurso de la conselleria valenciana

Ángela Gadea y su hijo, con la mochila portátil que lleva el crío para alimentarse por el catéter.

Ángela Gadea y su hijo, con la mochila portátil que lleva el crío para alimentarse por el catéter. / F. CALABUIG.

Mónica Ros

A Ángela Gadea la alegría le duró muy poco. Tras 7 años de pleitos, un juez le había dado la razón al concederle la máxima reducción de jornada porque su hijo está enfermo grave. Eso suponía que la mujer mantendría el sueldo pero no iría a trabajar al instituto para poder atender a su pequeño ya que la reducción de jornada autorizada por el juez era de un 99% (una opción que está contemplada en la ley en casos graves). La sentencia debía hacerse efectiva el 8 de mayo. Sin embargo, no pudo ser. La Conselleria de Educación decidió recurrir la sentencia y obligar a Ángela a trabajar en una reducción de jornada al 50%, que es lo que autorizó en su día la Generalitat Valencianaun porcentaje que no está dispuesto a cambiar. Ni aunque lo diga un juez.

La mujer es profesora interina de la ESO y ya explicó en Levante-EMV, del grupo Prensa Ibérica, y en su reclamación al juez, que su hijo sufre una enfermedad grave que le obliga a pasar largas temporadas en el hospital y a tener unos cuidados muy específicos en su casa, donde cuenta con un ingreso domiciliario. El crío se llama Samir y tiene el Síndrome del Intestino Corto, lo que le obliga a llevar un catéter de forma permanente (del pecho a la vena yugular) con el que completar una alimentación complicada para él. Le atienden en tres hospitales. Precisa de cuidados extremos para evitar cualquier infección en el catéter y vigilancia constante. Sin embargo, para la Conselleria de Educación estos motivos no son suficientes para que la madre no trabaje.

Por ello, en el recurso presentado, el argumentario se centra en que el juez "yerra" cuando afirma en la sentencia que el niño "está en fase crítica de tratamiento" y "da por probado el ingreso hospitalaria del menor", por lo que defiende una reducción de jornada del 50% "que es suficiente, más aún si se tiene en cuenta las aportaciones del padre al cuidado del hijo y la posibilidad de solicitar los permisos pertinentes si hay hospitalización y procede". Ahora bien, Ángela Gadea asegura que la realidad es bien diferente y sólo ha podido atender a su hijo cuando su vía corría peligro "con bajas médicas o excedencias". La mujer explica la inexistencia de cobertura familiar y los precisos cuidados que necesita el pequeño.

Ángela muestra la alimentación complementaria que coloca dentro de la mochila médica portátil.

Ángela muestra la alimentación complementaria que coloca dentro de la mochila médica portátil. / F. CALABUIG.

"Alargan el proceso y perjudican a la madre y al hijo"

Su abogada, Sandra Casas, lamenta un recurso que, sin embargo, no les ha llegado por sorpresa. "Desde el Servicio de Selección y gestión Administrativa de Personal Docente ya nos dijeron que iban a recurrir la sentencia y que Ángela iba a acabar el curso trabajando. Y así está siendo. La Generalitat Valenciana habla de conciliación e inclusión pero incluso teniendo una sentencia basada en el TSJ se niegan a aplicarla y deciden recurrir para alargar un proceso judicial que perjudica a una madre que necesita atender a su hijo enfermo. Y luego, también está derecho del niño de estar cuidado por su madre. Al final alguien debería investigar este tipo de decisiones que se adoptan desde un servicio concreto y son contrarias al argumentario general que defienden", explica Casas.