Educación
Sergio Sánchez, mejor nota de la ABAU en A Coruña: "La clave está en el trabajo diario, la constancia..."
El joven coruñés, alumno del IES Eusebio da Guarda, logró una calificación de 9,88 sobre 10 | Iván Lafuente, de Ferrol, y Silvia Rodríguez, de Santiago, encabezan el ‘ranking’ gallego de la 'selectividad', ‘empatados’ con un 9,92
“Para mí la clave del éxito está en el trabajo diario, en la constancia... y no tanto en ser súper inteligente, de esas personas que retienen las cosas a la primera y que tardan poco en estudiar”, resume Sergio Sánchez Presedo, coruñés de 17 años, al compartir la receta que le ha llevado a colarse entre los mejores de la última Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade (ABAU) en Galicia. Con un 9,88 sobre 10 entre la fase general de la ABAU y la media de Bachillerato, este vecino de Os Rosales, alumno del IES Eusebio da Guarda, puede presumir de haber cosechado, a base de esfuerzo, la nota más alta de la antigua selectividad en la ciudad de A Coruña y su área metropolitana. Iván Lafuente Dapena, del IES Saturnino Montojo de Ferrol, y Silvia Rodríguez Ardao, del IES Rosalía de Castro de Santiago, encabezan el ranking gallego de este año, ‘empatados’ con un 9,92 sobre 10.
“Cuando vi mis notas en la ABAU me quedé en shock. Cierto es que de algunos exámenes salí con buenas expectativas (aunque no acostumbro a decirlo muy alto, por si acaso pasa algo…) y, de otros, menos contento. De hecho, contaba con tener fallos en algunos, pero parece ser que tuve menos de los que me esperaba”, confiesa Sergio, con timidez, antes de reconocer que le “da un poquito de rabia el examen de Inglés”, en el que sacó un 9,25, porque estudia esa lengua en la Escuela Oficial de Idiomas, “además un nivel alto”, no obstante, admite que “esa nota está genial”.
"Quiero estudiar el grado de Nanociencia y Nanotecnología aquí, en la Universidade da Coruña (UDC). Es una titulación relativamente nueva y, el curso pasado, la nota de corte se quedó en 9,1"
“De la parte general, sí salí muy contento de las pruebas de Matemáticas e Historia de España, que han sido las dos en las que saqué un 10. Y para decir yo que salí muy contento…”, apunta, entre risas. “En la parte específica, me presenté a todas las materias optativas, y si se pudiese ir a más, las hubiese hecho también. Quiero estudiar el grado de Nanociencia y Nanotecnología aquí, en la Universidade da Coruña (UDC). Es una titulación relativamente nueva (se imparte en la UDC desde hace unos tres o cuatro años, creo) y, el curso pasado, la nota de corte se quedó en 9,1. Así que, en principio, cuento con poder entrar, ya que en la parte específica me fue mejor incluso que en la general. Hice los exámenes de Matemáticas (era la optativa de troncal de Ciencias), de Biología, de Física y de Química. En estos dos últimos saqué un 10 y, en el primero, un 9,5. Así que, haciendo cálculos...”, refiere.
Sobre su receta para obtener semejantes calificaciones, Sergio insiste en que la clave está en “el trabajo diario, la constancia...”. “En mi caso, cuando los profesores mandan unos ejercicios, ya los llevo hechos a clase al día siguiente. Aunque sean unos ejercicios tontos para repasar, siempre los hago porque me ayuda más eso que ponerme delante de un libro y memorizar. Además, con respecto al estudio, soy muy especialito, ya que me cuesta mucho concentrarme en una cosa, de forma continuada, durante mucho tiempo. Por eso empiezo a estudiar para los exámenes como una semana antes o así. Soy incapaz de ponerme con uno o dos días de antelación, pues me resulta imposible estar cuatro horas seguidas en una misma tarde, como hace otra gente. Esto lo llevo haciendo así desde hace dos o tres años, y parece que ha funcionado”, considera este joven vecino de Os Rosales, quien admite haber estado “más nervioso” durante la última semana, mientras esperaba a que saliesen las notas de la ABAU, que durante los días en que se llevaron a cabo esas pruebas.
A la hora de imaginar un futuro, confiesa Sergio que “siempre” se ha visualizado “trabajando en el ámbito de la investigación, a nivel de laboratorio”. “Me encantaría poder trabajar aplicando la nanociencia y la nanotecnología a lo que más me gusta, que es la biología y la química, y también a la medicina. Hace poco leí que estas disciplinas tienen mucha utilidad, también, en el ámbito del cáncer, y en otro tipo de dolencias. Si no, podría orientar mi carrera profesional a la industria de la fabricación de nuevos materiales. Es algo que me atrae”, especifica este coruñés de 17 años, quien destaca, entre sus aficiones, “escuchar música” y “la lectura” y “viajar”.
"Empiezo a estudiar para los exámenes como una semana antes o así. Soy incapaz de ponerme con uno o dos días de antelación, pues me resulta imposible estar cuatro horas seguidas en una misma tarde, como hace otra gente"
“Lo que más me gusta hacer es escuchar música. Salvo cuando estoy tratando de memorizar algo, me paso el día con música: mientras hago ejercicio, cuando practico deporte… Música, además, de todo tipo, dependiendo un poco del día: desde reggaeton y canciones más actuales, hasta pop inglés de los 2000 y así. También me encanta leer, aunque lo hago más en verano que durante el curso, y viajar. De hecho, este verano me iré con mis amigos de Interrail, para conocer nuevos sitios de Europa y para practicar los idiomas, que también me gusta mucho”, explica, con evidente ilusión. “No es la primera vez que viajo por Europa, pero sí es la primera vez que lo hago solo con mis amigos. Es diferente a ir con la familia, y me apetece un montón”, concluye.
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