El COVID deja de exigir mascarilla pero aún contagia a 3.000 gallegos en junio

El Gobierno pone fin a la obligatoriedad del cubrebocas, 1.204 días después del inicio del primer estado de alarma u Su uso queda limitado a zonas ‘sensibles’ de los hospitales

Farmacéuticos coruñeses ‘ensayan’, ayer, el fin de las mascarillas.  |   // VÍCTOR ECHAVE

Farmacéuticos coruñeses ‘ensayan’, ayer, el fin de las mascarillas. | // VÍCTOR ECHAVE / i. bascoy/p. martín

i. bascoy/p. martín

El Consejo de Ministros aprobó ayer el fin de la obligatoriedad de las mascarillas en las farmacias, residencias y centros sanitarios y con esta decisión el COVID-19 pasa a ser una dolencia común, es decir ya no se exige la aplicación de medidas extraordinarias. Sucede 40 meses después de la declaración de emergencia sanitaria en España y tras la muerte de 121.760 ciudadanos y la infección de casi 14 millones de españoles. En Galicia, perdieron la vida 4.190 personas por este coronavirus y pasaron la dolencia 764.968 personas, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad.

Pese al fin de la emergencia sanitaria, la gente sigue infectándose de COVID, pero los síntomas son leves en la gran mayoría de los casos y no tensiona las costuras de la sanidad pública. El pasado mes de junio, en la comunidad gallega, se contagiaron 2.667 personas, la mayoría mayores de 60 años, y fallecieron doce personas. ¿Qué sucede? Que la enfermedad no obliga al ingreso de los ciudadanos en los hospitales. Para que se hagan una idea, a finales de junio, según el departamento de José Miñones, había 92 gallegos ingresados en hospitales y tres estaban en la UCI. No supone ni el 4% de las camas hospitalarias. La tasa de mortalidad en Galicia se acerca al 3% por cada millón de habitantes.

“1.207 días después (del comienzo del estado de alarma), damos por finalizada la situación de crisis y todas las medidas extraordinarias adoptadas durante estos meses. Podemos decir, sin bajar la guardia, adiós a una pandemia que ha marcado nuestras vidas en estos años”, declaró ayer el ministro de Sanidad, el gallego José Miñones. Eso sí, Miñones abogó por mantener “la cultura de responsabilidad”, y que se mantenga la utilización de las mascarillas y otras medidas higiénicas en las personas con síntomas de infección respiratoria, y en aquellas zonas de los hospitales donde haya enfermos más vulnerables, como UCI o quirófanos. En estos espacios, se vuelve a la normativa existente antes de 2020.

miñones

El ministro explicó que, desde noviembre de 2022, la incidencia de COVID presenta una situación “equilibrada, incluso con una tendencia descendente” tanto en contagios como en hospitalizaciones o muertes. Por ello, aseveró, “la enfermedad ya no constituye una situación de crisis sanitaria en España”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó el fin de la emergencia sanitaria el pasado 5 de mayo.

Ya no habrá que llevar mascarilla en el bolso para poder entrar en una farmacia o un centro de salud, pero ¿desde cuándo? Habrá que esperar uno o dos días para que la reforma legal entre en vigor, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Habitualmente sucede al día siguiente o dos días después del Consejo de Ministros. No obstante, muchos ciudadanos y profesionales ya se han adelantado y es fácil encontrar boticas donde no la usan ni siquiera los farmaceúticos.

“Altamente recomendable” para las personas vulnerables

El Gobierno aprobó el fin de la obligatoriedad de llevar mascarilla en centros sanitarios, las farmacias y las residencias, pero sigue siendo “altamente recomendable” para las personas vulnerables. Pero, ¿qué perfil tienen esas personas y cuándo deberían seguir usando el tapabocas? ¿El resto de la población debería usar mascarillas en algún momento?

Hay tres tipos de personas vulnerables al virus, explica el investigador del ISGlobal Quique Bassat. Por un lado están quienes tienen una enfermedad grave de base, como enfermos oncológicos o inmunodeprimidos. En segundo lugar, aquellos con un factor de riesgo específico, como los no vacunados o quienes tienen obesidad mórbida. Y, por último, estarían las “personas muy ancianas, dado que la edad también es un factor de riesgo”.

Para todos ellos, “es recomendable usar la mascarilla cuando entren en lugares de mayor riesgo, como los centros sanitarios”. A su vez, apunta Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología, es recomendable que las personas que visiten a enfermos vulnerables en hospitales o centros sociosanitarios usen mascarillas. En este último caso, “si vamos a ver a un familiar vulnerable, es aconsejable que sea al aire libre, pero si es en una sala con cierto hacinamiento, mejor usar mascarilla”, precisa el experto. Asimismo, los especialistas aconsejan a las personas con síntomas de una infección respiratoria que usen mascarilla en los transportes o en lugares concurridos interiores.

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