Los gallegos plantan cada día más de 2.500 citas con sus médicos de cabecera

El absentismo en los centros de salud crece en un año y se traduce en más de 635.000 consultas desaprovechadas | Seis de cada cien encuentros con especialistas se pierden

Personal sanitario, en un centro del Sergas.

Personal sanitario, en un centro del Sergas.

C. Villar

La última vez que acudieron a su centro de salud, a uno de cada cinco gallegos les pareció escaso el tiempo que su médico le dedicó en la consulta, según datos del Barómetro sanitario correspondiente a 2022. El disponer de tiempo suficiente para atender a los pacientes es una de las demandas reiteradas por los facultativos. Sin embargo, en muchas ocasiones ocurre al revés y son los pacientes los que no dedican tiempo a su médico porque no acuden a la cita programada, sino que se la saltan. En el último año, además, el absentismo de los usuarios de Atención Primaria se disparó un 21 por ciento, como revelan los datos facilitados por la Consellería de Sanidade. Sucedió lo contrario con los facultativos de los hospitales, pero el porcentaje de ausencias es de casi el doble y hay que tener en cuenta que la espera media en ese servicio para una consulta con el especialista es de casi 63 días, por lo que perder una consulta y volver a programarla puede resultar más gravoso.

Según los datos del Sergas, el año pasado los pacientes no acudieron a 637.990 citas en Atención Primaria, lo que supone una media superior a las 2.500 por día, si solo se computan las jornadas laborables y se excluyen festivos y fines de semana. En el ejercicio previo, en 2022, la cifra de citas perdidas en los centros de salud había superado por poco las 527.000, por lo que en un año las consultas desaprovechadas fueron 110.000 más.

A lo largo de 2023, los servicios de Atención Primaria gallegos programaron más de 17 millones de citas y el absentismo afectó al 3,63 por ciento del total, frente al 3,29 registrado en el año anterior. Aunque en la atención hospitalaria los números absolutos son más moderados, porque los especialistas de ese nivel asistencial gestionan poco más de cuatro millones de consultas cada año, en proporción los gallegos faltan más a los encuentros previstos con esos médicos: reciben plantón el 6,17% del total, frente a un 6,65% un año antes.

En el caso de las consultas externas, es más fácil que alguien pueda despistarse porque la demora hasta la cita suele ser mucho mayor que la que se da para recibir atención en los centros de salud. En estos, una cuarta parte de los ciudadanos logra cita el mismo día o al siguiente y la Xunta se puso como meta que el grueso no supere los cuatro días. Si el despiste o el olvido son razones que explican en gran medida el absentismo, las ausencias también pueden deberse al hecho de solventar en urgencias un problema para el que el paciente siente que no puede esperar, dificultades para conciliar la cita con la vida familiar o laboral o por el hecho de que el paciente ignore que mejor preavisar para que su cita pueda ser reasignada. El fenómeno no se produce exclusivamente en Galicia, sino que afecta a todo el sistema sanitario público. Las citas desaprovechadas con los médicos superan los once millones al año, y eso sin incluir los datos de varias autonomías, con un perfil en el que predominan los varones jóvenes, según estudios sobre la cuestión.

La compleja gestión de las agendas de los médicos ha motivado que la Consellería de Sanidade impulsase el programa XIDE de gestión de la demanda, que busca desahogarlas. En su análisis sobre la herramienta, la Axencia Galega de Coñecemento en Saúde advierte que Galicia afronta un aumento de la demanda de consultas en la Atención Primaria, un fenómeno en el que incide el envejecimiento de la población, con el consiguiente incremento de patologías crónicas y pacientes pluripatológicos, y que esa situación se produce en un contexto de “déficit” de profesionales, señala. La herramienta, cuestionada por los colegios médicos, que la llevaron a los tribunales, “ofrece la cita en Atención Primaria más adecuada para el paciente”, según el estudio, y su uso se traduciría en una disminución de la demanda en las consultas de los médicos. Con datos del Sergas, antes del XIDE, un 90% de las consultas eran para el facultativo y ahora van el 50%, y “el resto a las categorías que tienen que ir”, sostuvo en un comunicado.

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