Arqueólogos hallan siete nuevos campamentos militares romanos en la provincia de Lugo

Los descubrimientos aportan datos relevantes para nuevas interpretaciones sobre los movimientos de tropas romanas en territorio gallego, asegura el equipo de investigadores que los llevó a cabo

Ágatha de Santos

Un equipo de arqueólogos e investigadores del colectivo Romanarmy y de varias universidades, entre éstas las de Exeter y la Universidade de Santiago (USC), han localizado siete nueve posibles campamentos romanos de carácter temporal en Lugo, lo que la convierte en la provincia gallega con mayor número de restos arqueológicos vinculados a las actividades del ejército romano. Los asentamientos han sido localizados en Cospeito, Friol, Palas de Rei, A Fonsagrada, Baleira, Castroverde y Riotorto. Así lo aseguran los investigadores de este grupo, enfocado en la investigación y difusión de la presencia militar romana en el noroeste peninsular, en el artículo Entre vallados y pinares. Aportaciones arqueológicas al conocimiento de la presencia militar romana en la Galicia Nororiental que publica la revista Croa del Museo del Castro de Viladonga. En su publicación, los arqueólogos también llaman la atención sobre el proceso de degradación que están sufriendo estas estructuras en los últimos años, derivado a la intensificación de actividad humana en el territorio.

El arqueólogo Andrés Menéndez-Blanco, de la Universidad de Oviedo, lidera esta investigación, que agrupa los nuevos hallazgos en dos grupos: aquéllos que ofrecen una “fiabilidad alta” y los que se consideran “indicios probables”. Entre los primeros, se encuentran los recintos conocidos como O Vedro da Fame (A Ermida, Riotorto), A Costa (Arcillá, Cospeito) e As Pardellas (Guillarei, Friol), mientras que en el segundo grupo están O Monte Endemil (San Xoán do Mato / Saa, Palas de Rei), Penoucos (Fonfría / Barbeitos, A Fonsagrada), O Campo da Matanza (O Cádavo, Baleira) y A Lagúa (Airexe, Baleira / Pereira, Castroverde).

Los investigadores matizan que la diferencia entre los de “fiabilidad alta” y los “indicios probables” es, en primer lugar, su grado de conservación, que en los primeros es más elevado y pueden ser encuadrados y comparados con otros campamentos bien conocidos. En el segundo caso, la gran intensidad de las tareas agrícolas sobre las estructuras y el grado de degradación del yacimiento impiden tener el mismo nivel de certeza. A pesar de esto, los investigadores consideran que estos campamentos siguen la morfología que ya fue documentada en otros recintos militares romanos del noroeste peninsular, y que es el resultado de la aplicación de un módulo rectangular regular a la topografía del lugar en el que se establecen.

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