En España, la Seguridad Social es la encargada de proteger a los ciudadanos ante situaciones de vulnerabilidad y es la encargada de gestionar las pensiones contributivas. En algunas ocasiones, los trabajadores sufren accidentes o enfermedades que no permiten desarrollar su actividad laboral de la mejor forma y aquí es dónde entra la incapacidad permanente.

La incapacidad permanente puede variar en su grado, pudiendo ser parcial, total, absoluta o gran invalidez, y esto depende de la extensión de la limitación funcional y de las perspectivas de retorno al empleo. Según el tipo de enfermedad, se estudiará un tipo de incapacidad u otra. 

Para solicitar la baja laboral por incapacidad permanente lo primero que hay que hacer es acudir al médico, quien realizará una evaluación médica exhaustiva y elaborará un informe detallado acerca del estado de salud del trabajador. Este informe es muy importante, ya que servirá como fundamento para la evaluación que llevará a cabo la Seguridad Social.

Una vez se cuente con el informe médico, el siguiente paso consiste en solicitar una cita para la valoración médica ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Durante esta cita, un equipo médico especializado, dependiente de este organismo, analizará la situación del trabajador y determinará si cumple con los requisitos necesarios para acceder a la baja laboral por incapacidad permanente.

Lista de enfermedades para un pensión permanente 

Lo primero que hay que destacar es que la Seguridad Social no cuenta con una tabla específica sobre las enfermedades por las que se suele conceder una incapacidad permanente, pero sí que se encuentra un listado con las que suelen ser más comunes. 

Por otra parte, tener una de estas enfermedades no significa que la Seguridad Social vaya a otorgar una pensión, sino que serán los servicios médicos quienes dictaminarán si el trabajador está en condiciones o no de realizar su actividad laboral. Estas son las enfermedades más comunes:

  • Agorafobia
  • Alcoholismo
  • Alzheimer
  • Ansiedad
  • Aneurisma
  • Apnea del sueño
  • Arteriosclerosis
  • Artritis
  • Artritis reumatoide
  • Asma
  • Problemas y enfermedades de caderas
  • Cáncer
  • Cardiopatías
  • Enfermedad en los codos
  • Colitis ulcerosa
  • Charcot-Marie-Tooth
  • Demencia
  • Depresión
  • Dermatitis
  • Desprendimiento de retina
  • Enfermedad de Behcet
  • Enfermedad de Crohn
  • Epilepsia
  • Enfisema Pulmonar
  • Enfermedad de Perthes
  • Enfermedad de pies
  • Enfermedad de manos
  • Esclerosis Múltiple
  • Esclerosis Lateral Amiotrófica
  • Esquizofrenia
  • EPOC
  • Espondilitis Anquilosante
  • Fibromialgia
  • Fatiga Crónica
  • Glaucoma
  • Gonartrosis
  • Hernia Cervical
  • Hipoacusia
  • Hipertensión pulmonar
  • Enfermedad del hombro
  • Ictus
  • Infarto agudo de miocardio
  • Insuficiencia mitral
  • Insuficiencia renal crónica
  • Ludopatía
  • Lumbalgia
  • Lupus
  • Miastenia Gravis
  • Migraña
  • Neuropatía
  • Neuropatía óptica
  • Obesidad mórbida
  • Pancreatitis
  • Parkinson
  • Pérdida de visión
  • Síndrome de Arnold Chiari
  • Síndrome de Burnout
  • Sarcoidosis
  • Sensibilidad química
  • Síndrome de cola de caballo
  • Síndrome de Lambert-Eaton
  • Síndrome de Ménière
  • Síndrome de Wolf-Parkinson-White
  • Taquicardias
  • Tetralogía de Fallot
  • Trasplante de riñón
  • Trastorno bipolar
  • Traumatismo craneoencefálico
  • Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
  • Trastorno de estrés postraumático
  • Uveítis