El choque entre un turismo y un autobús de transporte escolar en la N-640 a su paso por Ponte Vilariño (Agolada) causó la muerte de los tres ocupantes del coche -dos ciudadanos de origen rumano y un tercero marroquí-, mientras que los dos viajeros del autocar sufrieron heridas de carácter leve y episodios de crisis nerviosa tras el incidente. El siniestro se convierte así en el primer accidente mortal en lo que va de año en las carreteras dezanas y retoma una lista negra que estaba suspendida desde el pasado 1 de diciembre, cuando un lalinense falleció tras ser arrollado tres días antes en la rúa Areal.

El incidente tuvo lugar a las 7.42 horas de la mañana en el punto kilométrico 151,4, dentro del trayecto de 3,2 kilómetros que aparece señalizado en ambos sentidos como tramo de alta concentración de accidentes, y que se extiende desde la salida de Cadrón hasta casi la entrada del casco urbano de Agolada. El Citroën Xantia, con placas C-9209-BL, circulaba en dirección a Lalín conducido por B.H., nacido en 1989 en Rumanía y con residencia en A Estrada. Con él viajaban K.M., nacido en Marruecos en 1978 y asentado en Lalín, y M.D., nacido en 1982 también en Rumanía y con vivienda en la capital dezana.

Al tomar la curva después de un tramo de bajada, el turismo invadió el sentido contrario de la carretera, quizá por exceso de velocidad -el tramo está marcado con un límite de 60 kilómetros por hora- o por un despiste del conductor.

Sea como fuere, el vehículo se empotra de frente contra un autobús de la empresa Meijide, con matrícula 0023-DML, que circulaba por el carril lento en sentido contrario y en el que viajaban dos conductores para recoger en las naves de la firma en Agolada otro autocar y comenzar, antes de las 08.00 de la mañana, las rutas de recogida de estudiantes del concello para transportarlos a los institutos de Lalín. Un particular alertó al 112 del accidente, avisando ya de la posibilidad de que hubiese fallecidos.

Tras el impacto, parte del turismo se desplazó a la cuneta y sus tres ocupantes fallecieron en el acto, por lo que tuvieron que ser excarcelados por el retén de bomberos del Parque Intercomarcal. Las labores de liberación de los cuerpos duraron unos 20 minutos y para ello fue preciso retirar las puertas del lateral derecho del vehículo, así como cortar el techo del mismo. En el turismo se hallaron botas de goma y fundas de color verde, por lo que una de las hipótesis que se baraja es que los tres jóvenes regresaban de trabajar, en turno de noche, de una granja de aves. Mientras, los tres cuerpos fueron trasladados al Hospital Provincial de Conxo (Santiago) para su autopsia, los dos ocupantes del autocar se trasladaron a un centro de salud privado de la capital dezana para que se les diagnosticasen sus lesiones, causadas por el corte de cristales del parabrisas.

La retirada del vehículo -convertido en un amasijo de hierros- así como del autocar, muy dañado en el frontal, requirió que la Guardia Civil de Tráfico dirigiese la circulación hasta prácticamente las once de la mañana, cortando alternativamente ambos sentidos.

El incidente causó una profunda conmoción entre los vecinos no sólo de Agolada, sino también de las localidades lalinenses de Moimenta y Cadrón, cercanas a este conocido "punto negro" de las carreteras dezanas, a pesar de que oficialmente no tiene dicho rango.

Al lugar de los hechos, además de bomberos, Tráfico y personal del 061, se desplazaron efectivos de Conservación de Carreteras para limpiar el firme, así como miembros de Protección Civil de Lalín y Agolada y el propio alcalde.