La Policía Nacional ha detenido a dos ciudadanos con nacionalidad cubana que trabajan para una empresa que se dedica al cobro de morosos y que están acusados de amenazar al responsable de un establecimiento de hostelería de Vigo con el objetivo de que les abonase una supuesta deuda de 80.000 euros. La víctima denunció los hechos después de que ambos individuos se presentasen en su negocio y presuntamente le intimidasen diciéndole que si no abonaba ese dinero le causarían "daño" tanto a él como a su mujer y sus hijos.

Los dos individuos, tras ser apresados y después de pasar la noche en los calabozos de la comisaría, fueron puestos ayer a disposición del juzgado de guardia de Vigo, que decretó su puesta en libertad con cargos y los citó como imputados para un juicio de faltas por presuntas amenazas que se celebrará el próximo mes de julio.

Los hechos sucedieron el pasado viernes, cuando estos dos cobradores de morosos, que responden a las iniciales de O. O. W. S. y E. R. D., de 40 y 45 años y con pasaporte cubano, se presentaron presuntamente en un establecimiento de la ciudad para reclamar una presunta deuda que su responsable tenía con un tercero y que éste último niega.

Tal y como consta en la denuncia presentada por el afectado en la comisaría viguesa el pasado lunes, los dos cubanos -de complexión fuerte, casi dos metros de altura y que vestían de traje, según los testigos- le exigieron el pago de esos 80.000 euros y amenazaron al denunciante con causarle daño a su familia e incluso a él mismo. Al respecto, y siempre según lo manifestado por la víctima, los individuos le habrían dado a entender que conoce datos personales suyos con el fin de intimidarlo.

Estos hechos, si bien se producían durante el pasado viernes, no fue hasta el lunes cuando el hostelero presentó la denuncia en el juzgado. El hombre facilitó la descripción de ambos individuos, lo que permitió la localización de ambos cubanos, que fueron detenidos ese mismo día. En la jornada de ayer pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 8 de Vigo, que se encontraba funciones de guardia. La titular de la sala ya no le tomó declaración y los dejó en libertad aunque con cargos ya que los hechos no son constitutivos de delito, sino en todo caso de una falta. Los imputados están emplazados a acudir a juicio, que se celebrará en julio en esta sala, en la que además de los acusados en calidad de denunciados, también deberá prestar declaración el afectado, que fue quien destapó el caso.

Casos como el denunciado por el hostelero gallego no son excepcionales, pese a lo que pudiera parecer. Solo en los juzgados vigueses son relativamente frecuentes las denuncias contra empleados de empresas de cobro de morosos que usan supuestamente la amenaza y la coacción para conseguir la liquidación de una deuda. La mayoría de los detenidos que han pasado por la sala de guardia son extranjeros: muchos son de nacionalidad cubana aunque también los hay procedentes de un país europeo: Rumanía.

Un elevado número de denuncias acaban en absolución. "Suelen quedarse en faltas, no llegan a delito, y son muy difíciles de probar; las amenazas se producen con frecuencia vía telefónica y ahí no hay prueba ni testigos que corroboren esa intimidación", confirmaron a este periódico fuentes judiciales, que puntualizaron que las empresas para las que trabajan los arrestados son legales. "Lo que falla a veces son los modos de algunos cobradores", ilustran.

Solo en la ciudad de Vigo y en la comarca se han registrado casos graves. Como el de cuatro trabajadores de una empresa viguesa que fueron detenidos en el año 2008 porque presuntamente reclamaron una deuda bajo extorsiones. "La próxima vez te saco la pipa y te pego dos tiros", le dijeron presuntamente a la supuesta víctima. "O paga o le cortamos la cabeza", añadieron al hijo del afectado.

Pero sin duda el más dramático ocurrió en 2005 en Randufe, en el concello pontevedrés de Tui. Un cobrador viajó con su novia y el bebé de ambos a un domicilio a reclamar una cantidad: el supuesto moroso mató de un disparo en la cabeza a la joven tras una discusión.