Una sangrienta reyerta entre clanes gitanos en Ujo (Mieres-Asturias) que acabó con dos muertos, dos heridos de bala, otros muchos con lesiones de menos gravedad y con tres detenidos. La Guardia Civil apresó al patriarca del clan Vargas y a sus dos hijos por la mortal trifulca contra el clan Ferreduela, al que pertenecen todas las víctimas. Familiares de los arrestados solicitaron protección policial para abandonar la región por miedo a represalias -lo hicieron antes de que se conociese el trágico desenlace de la disputa y sin informar de ello a las fuerzas de seguridad- y, según las fuentes consultadas, se habrían ocultado en casas de familiares y amigos en Ponferrada (León) y Galicia. Las rencillas entre ambas familias, según los vecinos, vienen de años atrás, aunque las disputas se mantenían en el ámbito "doméstico". El tiroteo se produjo mientras se celebraba el cumpleaños de una niña.