Al grito de "¡hijo de puta, danos todo el dinero!", dos encapuchados armados con una pistola asaltaron poco antes de las 09.00 horas la oficina de Correos de Chapela (Redondela) y se llevaron un botín de entre 1.000 y 2.000 euros. Después huyeron en un Golf negro en el que les esperaba un tercer ladrón con el motor en marcha y las placas tapadas con cinta aislante, lo que llamó la atención de los transeúntes. En el pequeño despacho abierto al público se encontraba el director solo, pero hubo cinco testigos que los atracadores no llegaron a descubrir: los carteros que en la parte posterior clasificaban la correspondencia y siguieron por el circuito interno de vigilancia todo el asalto, que quedó grabado.