El juzgado de Instrucción de Gandesa imputa cinco presuntos delitos de homicidio imprudente y otro de lesiones graves al responsable de los bomberos que se encontraba de guardia el 21 de julio del 2009, cuando murieron cinco bomberos en el incendio forestal de Horta de Sant Joan.

El mando de este operativo, Carles Font, declarará el próximo 17 de diciembre como imputado por la presunta comisión de cinco delitos de homicidio por imprudencia grave, por la muerte de otros tantos efectivos que participaban en el dispositivo de extinción del fuego. También se le acusa de un presunto delito de lesiones por imprudencia grave por omisión en la persona del único bombero superviviente, Josep Maria Pallàs, así como de un delito de daños por imprudencia grave, según el Juzgado de Instrucción de Gandesa.

En el auto, la juez que instruye el caso argumenta que la imputación responde a la necesidad de "garantizar y no mermar los derechos" que asistirán a Font en su declaración, "habida cuenta de que el 21 de julio de 2009 era el jefe de guardia de las regiones de Tarragona y Tierras del Ebro, con indicativo Delta 0". Durante todo el año, la juez que instruye la causa, Laura Martínez Salom, ha tomado declaración a unos 70 testigos, algunos de los cuales habían señalado al jefe del 21 de julio, Carles Font, como principal responsable de la muerte de cinco bomberos del Graf de Lleida por estar ilocalizable cuando el fuego se reavivó, por cambiar la estrategia y por no prever el periodo de descanso de los helicópteros, haciéndolos volar todos a la vez. Así, el jefe de los efectivos leridanos dijo que los medios aéreos salieron tarde y no pudieron extinguir antes del mediodía el fuego, por lo que acusó al mando de no coordinar la actuación contra el fuego.