Sentencia contra la mayor organización de narcotráfico internacional detectada en los últimos años en España y en la que había seis clanes gallegos. La Audiencia Nacional ha impuesto penas que suman 222 años de prisión y 505 millones de euros de multa a la red que fue desarticulada en la operación Destello: son un total de 31 condenados -otros cinco fueron absueltos- cuyas penas oscilan entre los 18 años de cárcel impuestos al líder del grupo, el colombiano Jorge Isaac Vélez, y el año y medio de prisión que recibió una de los cómplices.

Las condenas, sin embargo, son más bajas que las que solicitaba el fiscal -pedía en total en torno a 1.600 años-, incluso en el caso de la gran mayoría de los 22 procesados con los que había llegado a un acuerdo en pleno juicio al reconocer éstos los hechos imputados. La razón es que mientras el Ministerio público consideraba que cada una de las tres operaciones de narcotráfico que llevó a cabo el grupo eran tres delitos distintos, la Audiencia Nacional lo califica como un solo delito continuado.

La red desarticulada en la operación Destello por el Greco Galicia de la Policía Nacional en 2007 y que ahora acaba de ser sentenciada transportó 8.000 kilos de cocaína en dos viajes realizados por el yate Zenith que sembraron de fardos la costa gallega a finales de 2006 tras la persecución marítima a la que les sometió el Servicio de Vigilancia Aduanera, que consiguió que ambas operaciones acabaran en fracaso, igual que ocurrió con una tercera, en este caso por causas atribuibles a la red.

Entre los 41 procesados -además de los absueltos, hay cinco más que no pudieron ser juzgados- figuraban seis clanes gallegos que formaban parte de la extensa infraestructura para el transporte marítimo y apoyo logístico en el trasvase y descarga de la droga: algunos pertenecen a familias históricas, como los Charlines o Viriatos, aunque también había nuevos grupos como los atribuidos al empresario de O Morrazo Alfonso Juncal o a Juan Carlos Pérez Vázquez, del Barbanza y patrón del Zenith.

La Audiencia Nacional condena a los 31 acusados a delitos contra la salud pública -siete de ellos como cómplices-, que en la mayoría de los casos tienen las agravantes de notoria importancia, organización y extrema gravedad. Los 22 que aceptaron los hechos en el juicio se vieron beneficiados por la atenuante muy cualificada de confesión tardía. A otros tres acusados, entre ellos el jefe de la red, se les impuso la agravante de reincidencia. Entre los cinco absueltos está Daniel Baúlo Carballo, que se enfrentaba a 17 años de prisión.

Estructura piramidal

La treintena de condenados integraban una organización dedicada a introducir y distribuir en España grandes cantidades de cocaína procedente de Sudamérica. El grupo estaba liderado por Jorge Isaac Vélez, El Jefe o Papa, considerado el mayor capo colombiano asentado en España y que fue colaborador del arousano Sito Miñanco. Entre julio de 2006 y el final de ese año la red desarrolló tres operaciones que acabarían fracasando.

La primera fue una operación con el Zenith, un yate capitaneado por el vecino de O Barbanza Juan Carlos Pérez que debía de ir a por la cocaína que transportaba el barco nodriza para después llevarla a las lanchas que la acercarían a la costa. Pero la presencia "sospechosa" del Zenith fue percibida por una organización británica que alertó a las fuerzas de seguridad españolas.

Este aviso y la intervención de dos teléfonos móviles permitía al SVA abordar el barco el 28 de agosto de ese 2006: el capitán del barco no tuvo más remedio que llamar a Vélez para advertirle de que debía arrojar la droga al mar. Casi dos meses después, parte de esos fardos empezaron a llegar a las playas gallegas y se recuperaron 455 kilos de cocaína.

Tras este fracaso, en septiembre se intentó otra operación de introducción de cocaína con un nuevo barco, el Skellig Light. La embarcación partió desde A Coruña para encontrarse con el buque nodriza, que ya estaría esperándole con la droga, pero todo volvió a fallar, ya que el Skellig Light tuvo que regresar a Galicia cuatro días después con problemas con el suministro de combustible.

Y en diciembre, se hizo un nuevo intento con el Zenith, que se estaba reparando en Casablanca (Marruecos). El día de Navidad cargó la droga en alta mar y la trasvasó a una lancha, que acabó siendo perseguida por el helicóptero Argos I y el patrullero Milano II de la DAVA: los tripulantes tiraron al mar 90 fardos y se recuperaron 60: un total de 1.283 kilos de cocaína.