Evaristo Nogueira, abogado de la familia de María José Arcos, cree que "hay elementos suficientes" y "objetivos" para solicitar la apertura de juicio oral contra Ramiro Villaverde, el único imputado por el presunto asesinato y la desaparición de la compostelana hace quince años. No obstante, el letrado avanzó que la acusación esperará a "la investigación que se pueda practicar". "Lo solicitaremos en su momento cuando se practiquen todas las pruebas que hagan falta, estas y las que puedan faltar", aseguró.

Precisamente ayer la empresa Insitu comenzaba con el georradar la exploración autorizada por el juez de Ribeira de tres propiedades del imputado en el entorno de la localidad en la que está ubicado su domicilio, Luou (municipio de Teo). La primera de las tierras en ser escaneada por el dispositivo fue la denominada Cova Raposa, una finca situada en el monte, a escaso medio kilómetro de su vivienda. Los técnicos solo acotaron un área de 200 metros cuadrados, un entorno despejado, obviando el resto de la propiedad, poblada de árboles.

A las diez de la mañana dos técnicos de la empresa Insitu, junto a personal del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), agentes de la Guardia Civil y los representantes legales de la defensa y la acusación particular, llegaron hasta el terreno, aunque hasta casi una hora y media después no empezaron la exploración con el georradar. Antes realizaron mediciones "preliminares" y "mapearon" el terreno para poder estudiar perfiles "separados unos 20 o 25 centímetros", según explicó Manuel Pereira, responsable del uso del dispositivo.

Para obtener resultados, si es que los hay, habrá que armarse de paciencia. Según explicó Fernando Serrulla, médico forense del Imelga, solo para proceder al estudio de las tres fincas (la de ayer, un cementerio en desuso y otra cercana a su vivienda) se necesitarán "entre tres y cinco días", sin contar con el plazo necesario para el análisis "mediante software", lo que podría demorar las conclusiones una semana.

El responsable del georradar también aclaró que, a pesar de que el aparato permite examinar los diferentes materiales que conforman el terreno hasta profundidades de "ocho metros", para la investigación "se va a trabajar en los dos o tres primeros metros", la zona "más probable".

Mientras los técnicos realizan su exploración, ha trascendido que el imputado por la desaparición de María José Arcos declaró anteayer ante el magistrado de Ribeira que había comprado cal viva para su uso en viñedos. En todo caso, según explicó ayer Serrulla, la cal "no necesariamente destruye los huesos".

Además de negar la implicación en la desaparición de la joven compostelana, Ramiro Villaverde al parecer, justificó también la posesión de los aerosoles paralizantes en sus salidas de caza y, sobre los grilletes, aseguró que, al verlos, le habían hecho gracia, por lo que compró dos cajas. Además, volvió a negar que hubiera recibido un millón de pesetas de la desaparecida. El abogado de la acusación, Evaristo Nogueira, solo señaló al respecto que "hay una serie de contradicciones en sus declaraciones", que se reservó por ser acusación.