El Gobierno chipriota ha cifrado en 12 los fallecidos y en 62 los heridos en una explosión ocurrida ayer en la base naval Evangelos Florakis, en la ciudad de Limasol, al sur de Chipre. El portavoz del Ejecutivo chipriota, Stefanos Stefanou, ofreció este dato tras una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, durante la cual tanto el titular de Defensa, Costas Papacostas, como el jefe de la Guardia Nacional, Petros Tsalikides, presentaron su dimisión.

Los medios de comunicación locales cifran en 16 el número de muertos, entre ellos seis bomberos. Fuentes de la policía chipriota explicaron que en la base naval había unos 180 militares en el momento de la explosión.

El portavoz gubernamental anunció que se iniciará una investigación para aclarar las causas del accidente y depurar responsabilidades, aunque descartó que la deflagración se debiese a un sabotaje. Stefanou anunció que el Gobierno pedirá ayuda extranjera para aclarar el suceso, aunque no especificó a quien se solicitará esa asistencia.

Antes de presentar su renuncia, Tsalikides dijo que la explosión se produjo en unos contenedores de munición que fueron confiscados a un barco hace tres años. La prensa chipriota sostiene que el material explosivo fue requisado en Limasol en enero de 2009 a un barco de bandera chipriota que zarpó de Irán con rumbo a Siria, por temor de que el cargamento acabase en manos de la milicia chií libanesa de Hizbulá. La Policía explicó que en el puerto había almacenados 98 contenedores de pólvora, de los que dos se incendiaron y explotaron.

El presidente de Chipre, Dimitris Christofias, se mostró consternado por lo sucedido, que calificó como "desastre bíblico" en "un día negro" para la historia del país.

La televisión local informó de que el pasado miércoles el Ministerio de Defensa y la Autoridad de Energía Eléctrica tuvieron una reunión centrada precisamente en el traslado de los explosivos por el peligro que revestían.

La explosión afectó a una cercana central eléctrica, lo que está provocando cortes de suministro energético en la isla. La carretera entre Nicosia y Limasol, a una distancia de 500 metros de la base, presenta imágenes de coches afectados por la explosión.