La policía italiana detuvo ayer a Michele Zagaria, el jefe de los Casaleses, el clan más poderoso y despiadado de la Camorra, la mafia napolitana, y que figuraba entre los capos más buscados por la Justicia. Zagaria, de 53 años, que se encontraba en paradero desconocido desde 1995 y condenado a varias cadenas perpetuas por asociación mafiosa, homicidio, posesión ilegal de armas y extorsión, fue localizado en un zulo excavado bajo una casa de campo en la que siempre fue su localidad de residencia, Casapesenna, en la provincia de Caserta, al sur de Italia.

Los agentes rodearon el lugar donde permanecía escondido, aunque para llegar hasta él tuvieron que excavar durante casi cuatro horas cerca de cinco metros de cemento armado hasta poder acceder al zulo que se había construido.

Al verse rodeado y después de que los agentes le cortaran la luz eléctrica y le dejaran a oscuras, Zalgaria se rindió de viva voz, señalando así su presencia en el sótano. La policía afirmó que Zagaria vivió en ese refugio durante años, limitó al máximo sus salidas y solo subía de vez en cuando a la superficie de la casa, cuyo suelo, montado sobre raíles, se desplazaba para que se pudiera acceder a la vivienda.

Según los medios de comunicación, tras ser localizado por la policía italiana, el mafioso exclamó con ironía: "Habéis ganado vosotros. Ha ganado el Estado". Tras su detención fue inmediatamente trasladado a Nápoles, entre fuertes medidas de seguridad.

Michele Zagaria estaba considerado el último jefe del clan de los Casaleses, tras la detención en noviembre de 2010 de Antonio Iovine y de los anteriores capos Nicola Schiavone, arrestado en junio de 2010, y el padre de este último, Francesco Schiavone, apodado Sandokán, preso desde 1998.

Desde su escondite, Zagaria seguía tejiendo los hilos de las actividades ilegales del clan de los Casaleses, el más poderoso de la Camorra y del que se ocupó en su exitoso libro Gomorra el escritor italiano Roberto Saviano.

Conocido con el apodo del Capastorta, también se le llamaba el Rey del cemento, pues estaba especializado en conseguir ilegalmente contratas en el sector de la construcción en diversas regiones de Italia.

Michele Zagaria era un hombre solitario, no se había casado nunca y tampoco había tenido compañeras sentimentales o hijos.