Los buzos de los servicios de rescate italianos, que incluso usaron ayer explosivos para acceder a algunas zonas del barco, localizaron ayer otros cinco cadáveres en los restos del crucero, una mujer y cuatro hombres de entre 50 y 60 años que, con los chalecos salvavidas puestos, estaban en la parte de la popa del barco sumergida bajo las aguas del mar Tirreno. Estas cinco víctimas se suman a las seis encontradas en los últimos días, entre ellas el turista español Guillermo Gual y el peruano miembro de la tripulación Thomas Alberto Costilla Mendoza. De momento, 22 personas que viajaban a bordo del crucero continúan desaparecidas, entre ellas la peruana Erika Soria, de 26 años, camarera en el Costa Concordia.

En la lista de desaparecidos divulgada ayer por las autoridades italianas, que han constituido una unidad de crisis en Grosseto (centro de Italia), figuran, seis ciudadanos italianos -entre ellos una niña de 5 años-, una decena de alemanes y dos estadounidenses.