El número de muertos en el crucero Costa Concordia, que naufragó el pasado día 13 frente a la isla italiana de Giglio, asciende ya a 15 tras el hallazgo ayer de dos cuerpos más. Mientras continúa la búsqueda de la veintena de desaparecidos, hoy comenzarán, además, las operaciones de extracción de combustible del barco.

Los cadáveres localizados ayer pertenecían a dos mujeres, que fueron halladas en el puente 4 del Costa Concordia, donde se ubicaban el restaurante y la discoteca y en el que los buzos abrieron una nueva vía de acceso con cargas explosivas.

En paralelo, la empresa holandesa Smit&Savage y la italiana Neri de Livorno están preparadas para comenzar la extracción de las 2.380 toneladas de carburante de las cisternas teniendo en cuenta la inclinación del buque, dijo Bart Huizing, uno de los responsables de la compañía holandesa.

La presencia de combustible en el interior de la nave es uno de los temas que más preocupan actualmente, ya que de verterse al mar causaría una catástrofe ambiental, pues la isla del Giglio forma parte de un parque natural marino considerado uno de los ecosistemas más importantes del Mediterráneo.

El jefe de la Protección Civil italiana, Franco Gabrielle, aseguró que el Costa Concordia se encuentra en condiciones de "estabilidad", sujetado en tres puntos por formaciones rocosas, por lo que se descarta su deslizamiento hacia una sima de más de 90 metros de profundidad.

"Si hay cadáveres entre el casco y el fondo marino solo podrán ser recuperados cuando la nave sea colocada en su posición original", dijo Gabrielle, quien agregó que la búsqueda de desaparecidos proseguirá mientras sea posible inspeccionar el barco.

Subrayó que la situación en la que trabajan los buzos es "complicada" por las condiciones de la embarcación, que empieza a presentar "una serie de problemas de descomposición y de contaminación" de los enseres y materiales que hay en su interior.

Pero la polémica de las últimas horas se centra en las palabras de Gabrielle sobre la posible presencia a bordo del crucero de personas no registradas. La naviera propietaria del buque, Costa Cruceros, rechazó rotundamente desde Génova esa posibilidad y aseguró que las listas exactas de todas las personas que embarcan en la nave se comunican a la sede de la compañía tras la salida del crucero.

El test de consumo de drogas realizado a Francesco Schettino, capitán del crucero, resultó negativo, según comunicóayer su abogado a los medios de comunicación locales. Bruno Leporatti dijo que así se reafirma que su cliente no estaba bajo el efecto de las drogas cuando se produjo el accidente, como siempre habían sostenido.

Schettino se encuentra actualmente en arresto domiciliario bajo la acusación de homicidio involuntario múltiple, naufragio y abandono de la nave.

Otros implicados

La investigación judicial podría ampliarse ahora a los propietarios del buque, según el abogado del capitán, que señaló que las conversaciones de su defendido con altos cargos de la empresa podrían obligar a ampliar las pesquisas. Otras personas "podrían haber contribuido a crear la catástrofe", indicó.