La cuidadora imputada por el asesinato de tres niños, de 3, 9 y 14 años, Graciela L.B.H., reconoció ayer los hechos en la vista celebrada en la Audiencia de Valladolid y se declaró culpable, aceptando una pena de 45 años de prisión, quince por cada uno de los delitos cometidos en agosto de 2011. Con voz inaudible, la cuidadora confirmó con un "sí" los hechos, ratificando lo admitido en la audiencia preliminar del 18 de junio.