El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz envió a prisión a los tres detenidos supuestamente miembros de Resistencia Galega que declararon ayer en su juzgado, por la presunta comisión de delitos de tenencia de explosivos y pertenencia a organización terrorista. El magistrado ya había dictado el martes el ingreso en la cárcel del cuarto detenido, Carlos Calvo, imputándole los mismos delitos. Además, en la jornada de ayer también puso a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 6 a uno de los interrogados durante la mañana, Xurxo R.O., tras comprobar la existencia de pruebas que le vinculan con la colocación de artefactos en un repetidor del Monte Sampaio, en Vigo, el pasado mes de agosto. Otros de los detenidos también estarían vinculados a este ataque.

La Guardia Civil y la Policía Nacional, en una operación conjunta, detuvieron el pasado fin de semana a cuatro jóvenes, con vinculación a la organización independentista radical Resistencia Galega, acusados de terrorismo, dado que portaban material explosivo en el momento de su detención en el parque vigués de Castrelos y, según las fuerzas de seguridad, planeaban un atentado "inminente", posiblemente con ocasión de las próximas elecciones gallegas. Por este motivo, se ha reforzado la seguridad, según confirmó esta misma semana el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez.

El sábado por la tarde fueron detenidos, en posesión de explosivos, dos de los jóvenes, Carlos Calvo y Xurxo R.O.; mientras que durante la madrugada la Guardia Civil detuvo a otros, Diego S.M. y Héctor J.M.G.

Antes de su arresto, Carlos, que se había trasladado por autobús desde Santiago con una mochila de notables dimensiones, contactó en Castrelos con Xurxo. Ante la vigilancia de los agentes, el primero introdujo la mochila que portaba en el maletero de un vehículo estacionado en este parque y se alejó del coche caminando junto al segundo. Dada la sospecha de que pudiera tratarse de una entrega de material explosivo, la Policía Nacional apresó a Carlos Calvo, mientras que la Guardia Civil apresó a su compañero. Efectivos del Grupo de Desactivación de Explosivos confirmaron la existencia de dos artefactos de "considerable potencia" y preparados para hacer explosión.