Una pedanía albaceteña de apenas 1.500 habitantes tomada por la Guardia Civil y unos vecinos consternados por el trágico suceso que ha golpeado esta tranquila localidad el fin de semana. El supuesto responsable es Juan Carlos Alfaro, apodado por sus paisanos de El Salobral como El Fraguel. Él es el presunto autor de los disparos que el pasado sábado por la tarde causaron la muerte de una menor de 13 años, Almudena, con la que tenía "una relación consentida", y de otro vecino al que se encontró a su paso, así como heridas a una tercera persona.

Mecánico, aficionado a la caza y "buen tirador", le describen sus vecinos, ayer aún permanecía en paradero desconocido, ya que escapó tras los homicidios. Los agentes del Instituto Armado desplegaron desde entonces un amplio dispositivo, al que se unieron helicópteros y unidades caninas, para tratar de dar con el fugitivo. Las batidas se extendieron y centraron en maizales próximos a la pedanía, zona en la que el hombre realizó las últimas llamadas con su teléfono móvil siete horas después de los crímenes, ya de madrugada.

Todo ocurrió el sábado. El propio autor de los disparos alertaba a las 19.20 horas a la Guardia Civil en una llamada telefónica de que había matado a tiros a una chica del pueblo. El Fraguel era miembro del club de caza de la localidad, donde había mostrado sus dotes de "buen tirador", decía un vecino. Este hombre, como el resto de residentes de la pedanía, no se explican lo ocurrido. Entre temerosos e incrédulos, detallaron a los periodistas, que llenan la entrada de esta pequeña población, que el presunto asesino, de 39 años, era hasta el momento un hombre "normal" que se dedicaba a reparar vehículos y que vive con sus padres en este municipio.

El presunto agresor, que se dio a la fuga tras efectuar los disparos, posee diferentes licencias de armas de fuego y de él no constaba ningún informe negativo de tipo psicológico, ni orden de alejamiento o antecedentes penales. Según informó la Dirección General de la Guardia Civil por medio de un comunicado, "al parecer, el presunto autor y la menor (fallecida) mantenían una relación sentimental consentida, lo que provocó diferentes denuncias cruzadas con la familia de la chica".

Esta joven era al parecer su principal objetivo el pasado sábado. Tras disparar contra ella con una pistola, llamó por teléfono a la Guardia Civil para alertar de lo que acababa de hacer. Pero a continuación se dirigió a su domicilio, donde cogió un arma larga y volvió a salir a la calle, donde disparó a Agustín D.S., un vecino de 40 años que al parecer estaba fumando un cigarrillo a la puerta de su casa y que también resultó muerto.

El Fraguel también llegó a disparar a J.G.A., de 46 años y pareja de la abuela de la menor, que resultó herido de bala en un hombro. Fue trasladado al Complejo Hospitalario Universitario de Albacete con pronóstico menos grave y dado de alta esa madrugada.

Desde estos crímenes, la Guardia Civil tiene tomado El Salobral y gran parte del operativo se centra en unos maizales próximos, zona en la que el presunto homicida utilizó su teléfono móvil siete horas después del crimen.

Se cerraron los accesos al pueblo y se recomendó a sus habitantes que no salgan de sus casas, por el peligro que supone el fugitivo, que está armado. A los sanitarios que actuaron el sábado para atender a las víctima se les dio chalecos antibalas. Ayer las calles estaban desiertas y los pocos vecinos que se atrevieron a salir se congregaron en un bar.