Un terremoto de 7,3 grados Richter sacudió ayer el noreste de Japón y activó una alerta de tsunami en la misma zona asolada por el devastador seísmo de marzo de 2011, sin que en esta ocasión se reportaran víctimas ni daños graves. El fuerte temblor tuvo lugar a las 17.18 hora local (09.18 GMT) y se sintió en una veintena de provincias de Japón, incluida Tokio, donde el aeropuerto de Narita llegó a cerrar sus pistas unos veinte minutos y se detuvieron temporalmente los trenes locales.

La alerta de tsunami estuvo en vigor durante dos horas, durante las que en las costas de las provincias de Miyagi, Iwate y Fukushima se detectaron subidas del nivel de las aguas que llegaron a alcanzar el máximo de un metro en la localidad portuaria de Ayukawa.