La Policía Nacional detuvo en el aeropuerto barcelonés de El Prat a una pasajera de un vuelo procedente de Colombia que llevaba implantadas dos prótesis mamarias rellenas con 1,3 kilos de cocaína.

La mujer, que aterrizó en un vuelo procedente de Bogotá, levantó las sospechas de los agentes encargados de controlar los llamados vuelos calientes por sus ambiguas respuestas sobre los motivos de su viaje. Ante las sospechas de que podía transportar droga, la mujer fue cacheada de forma superficial en dependencias policiales del aeropuerto, y en la exploración la policía detectó que llevaba dos gasas manchadas de sangre que tapaban heridas abiertas bajo los senos. La pasajera panameña alegó que había sido operada hacía dos meses para colocarse unos implantes mamarios y que las heridas no habían terminado de curar. A través de las heridas la policía entrevió un cuerpo extraño y el examen radiológico aconsejó su traslado al hospital, donde tuvo que ser operada y se recuperó la droga.