La cocaína del Pacífico, un pesquero pirata que navegaba sin bandera cuando fue apresado a 700 millas de Cabo Verde por los GEO, está valorada en más de 70 millones de euros. El barco -con sus cinco tripulantes detenidos y la droga que iban a desembarcar narcos gallegos- llegó ayer al Arsenal militar de Las Palmas tras una semana de travesía escoltado por el patrullero de la Armada Tornado. Todos prestarán declaración en el Juzgado central de Instrucción 2 de la Audiencia Nacional que ordenó el abordaje en el que un GEO resultó herido leve y fue evacuado en avión.

Por primera vez en la historia de los abordajes de narcobarcos, la Policía Nacional localizó a bordo una mochila con 200.000 dólares para pagar a la tripulación. Una vez finalizada la travesía desde el Orinoco (Venezuela) y cuando la droga hubiera sido trasvasada a otro barco que la acercaría a las costas gallegas o portuguesas, los cinco tripulantes se repartirían el dinero: 100.000 euros para el capitán y 20.000 para cada uno de los cuatro marineros brasileños. No les dio tiempo. El nodriza fue apresado antes de contactar con el otro barco.

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, se desplazó ayer a Canarias para presenciar el desembarco del primer gran alijo marítimo de cocaína del año intervenido en una operación internacional del Greco-Galicia y la Brigada Central de Estupefacientes con la colaboración del SOCA británico y la Policía Judiciária de Portugal. Precisamente en Oporto fueron detenidos los cuatro supuestos responsables de la organización del envío de la droga a Europa, todos sudamericanos. Uno de ellos sería el enlace del cártel. Se trata de un venezolano afincado en España e investigado desde hace años por narcotráfico. En 1993 la policía de Italia llegó a detenerle y, en 2011, se le relacionó con un velero con casi una tonelada de cocaína apresado en el Caribe rumbo a España. El pasado mes de febrero los investigadores detectaron que los cabecillas europeos de la red viajaban a Venezuela para ultimar un gran transporte y después se asentaban en el norte de Portugal para coordinarlo.

La organización desarticulada, según los investigadores, está formada por un importante grupo de proveedores de cocaína afincados en Venezuela, cuya misión era llevar la droga hasta el buque nodriza y desde allí a las costas europeas.

La rama afincada en España y Portugal coordinaba el transporte marítimo, asegurando la recepción y distribución de la droga en Europa. En el último escalón estarían responsables de la descarga, que además de facilitar la embarcación para la recogida del alijo en alta mar, aportarían planeadoras para descargarla bien en Portugal, Galicia, o Asturias.

Por otra parte, ayer efectivos de la Guardia Civil de Algeciras intervinieron un total de 590 kilos de cocaína que se encontraban a bordo de un velero atracado en el puerto de Sotogrande (Cádiz).