Un día después de que un niño de solo siete años llamase por teléfono a la comisaría de Vilagarcía y denunciase que la pareja de su madre la estaba agrediendo, la mujer de 32 años, natural de Marín (Pontevedra), abandonó el juzgado de Vilagarcía del brazo del presunto agresor, de unos 50 años, al que no ha denunciado porque se confiesa "muy enamorada".

El hombre pasó la noche en los calabozos de la Policía Nacional y ayer por la mañana pasó a disposición del juzgado de guardia. Allí le esperaba la mujer que rechazó la posibilidad de denunciarle y con él de la mano del juzgado.

Así las cosas, el varón debe volver al juzgado la próxima semana, para asistir a un juicio rápido, pues si bien su pareja no quiso poner la denuncia, ésta se tramitó de oficio tras la actuación policial y sanitaria de los médicos que atendieron a la mujer de las lesiones que presuntamente le causó el hombre durante la agresión.

El caso se destapó sobre las 09.30 horas del miércoles, cuando el hijo de la supuesta víctima, de solo siete años, llamó a la Policía Nacional para avisar de que el hombre estaba agrediendo a su madre tras haberse iniciado entre ambos una fuerte discusión.

Se desplazaron hasta el punto tres patrullas de la Policía Nacional, que procedieron al arresto del varón, y una ambulancia, cuyo personal atendió a la mujer, pese a que inicialmente ésta no quería asistencia. En la vivienda familiar, ubicada en pleno centro de Vilagarcía, residen la mujer, de unos 30 años, el hombre, de unos 50, un hijo de éste, mayor de edad, y el de la presunta agredida, de unos siete, que fue quien alertó del suceso.

Mientras, el Concello de Vilagarcía celebrará una reunión esta misma mañana para evaluar el caso.