La validez e importancia como prueba de los restos óseos hallados en la finca de Las Quemadillas, nada más seleccionar a las nueve personas que forman el jurado, centró ayer el debate de las partes en la primera jornada del juicio a José Bretón como presunto asesino de su hijos Ruth y José en Córdoba. El supuesto homicida, que se enfrenta a 40 años de prisión, declarará hoy ante el tribunal popular, formado por siete mujeres y dos hombres.

El jurado debe dilucidar si este padre "ideó dar muerte a sus hijos como venganza hacia su mujer"; si camino de Las Quemadillas suministró tranquilizantes a los pequeños "para facilitar su adormecimiento total y/o su muerte"; si prendió una hoguera y colocó en ella los niños, alcanzando la pira temperaturas de hasta 1.200 grados centígrados "logrando un efecto similar a un horno crematorio", quedando solo "unos restos óseos", o si finalmente denunció su desaparición en un parque "pese a conocer perfectamente" que él les había dado muerte de forma previa.

A la espera de que hoy declare el acusado, ayer fue el turno de los alegatos e informes de las partes. La fiscal, María Ángeles Rojas, se mostró "convencida" de que Bretón "mató a sangre fría" a sus hijos y alertó al jurado de que esto quedará "totalmente demostrado" en el juicio. Se refirió a Bretón como un hombre "malvado" y un "monstruo" que cometió un "cruel asesinato" y que creó una historia de "pura fantasía" y "cuentos" para evitar su responsabilidad. En este sentido, la Fiscalía apuntó que en la vista oral se aportarán "pruebas, testimonios y datos suficientes" para demostrar la culpabilidad de Bretón, para quien pide 40 años de prisión por dos delitos de asesinato.

Recordó que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) dio "validez" a todas las pruebas, principalmente a los restos óseos. La fiscal ha considerado que la contradicción entre el informe de la primera perito que determinó que los restos eran de animales y el elaborado diez meses después por el experto forense Francisco Etxeberría, externo a la investigación, se debió a un "error humano" de la forense policial.

La abogada de la acusación particular, María del Reposo Carrero, pidió al jurado que "no se deje engañar por Bretón" y añadió que el acusado pensaba también acabar con la vida de Ruth Ortiz, madre de los menores, en el mismo lugar donde supuestamente mató a sus hijos. El letrado defensor, José María Sánchez de Puerta, incidió en que las "graves acusaciones" sobre su cliente se basan en "suposiciones" y pide la absolución. El abogado dice que vio al acusado llorar muchas veces y que "ya ha sido crucificado y condenado" antes del juicio. Insistió en que tratará de demostrar que la cadena de custodia de los restos óseos fue quebrada, si bien el magistrado de la sala recordó que esta cuestión ya ha sido despejada por el TSJA.