Una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional concluyó ayer con la detención en Baleares de al menos 25 miembros de la banda motera Ángeles del Infierno -algunos medios medios locales hablaban ya de 30 arrestados al cierre de esta edición-, que están acusados de asociación ilícita, blanqueo de capitales, tráfico de drogas, extorsión, amenazas, delitos relacionados con la prostitución, estafa y falsificación documental. Entre los detenidos, la mayor parte de nacionalidad alemana, también se encuentran los jefes de la organización en España, Los investigadores aseguran que uno de los arrestados está reclamado por un homicidio en Alemania y que otro de los que ha caído en la operación, Frank Hanebuth, es el jefe de la banda en Hannover y "uno de los máximos líderes" de la organización en Europa, según fuentes policiales.

La operación continúa abierta y sido ordenada por el juez Eloy Velasco de la Audiencia Nacional, que inició las investigaciones hace más de un año y medio junto a dos fiscales anticorrupción. A lo largo del día de ayer se practicaron decenas de registros en viviendas de la isla y más de 100 agentes tomaron parte en el dispositivo. Los arrestos practicados, según el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, suponen "un duro golpe" para una organización considerada "de alta peligrosidad" y con conexiones internacionales de carácter delictivo, en especial con Alemania.

Los moteros Ángeles del infierno están considerados "una mafia", más extendida en otros países europeos que en España, donde, sin embargo, se están instalando. Funcionan en lo que ellos denominan "capítulos" o grupos. El de Mallorca está integrado por personas de toda Europa, pero predominan los alemanes. El "capítulo" de Mallorca se había creado hace dos años como parte de la estrategia de expansión de los Ángeles del Infierno. El juez Eloy Velasco y los dos fiscales que participaron en la investigación se trasladarán hoy Palma de Mallorca para interrogar a los detenidos.