La sobrecarga de la embarcación siniestrada y todo lo que arrastraba a su paso el río Níger, en plena crecida por las lluvias de los últimos días, fueron las posibles causas del naufragio ocurrido el pasado viernes en el norte de Nigeria, un suceso en el que perdieron la vida al menos 42 personas y otras 100 continúan desaparecidas. Numerosos medios de rescate se afanan en la búsqueda de los tripulantes, aunque con pocas esperanzas de encontrarlos sanos y salvos.

Según explicó al diario Sunday Punch el ministro del Gobierno para el Estado de Níger, Saidu Ndako, la capacidad del barco naufragado "era de 60 pasajeros", si bien se ha constatado que en el momento del incidente viajaban a bordo más de 150 personas. El hundimiento ocurrió el pasado viernes al mediodía cuando los pasajeros, la mayoría comerciantes, regresaban del poblado de Malili al de Tunga Illo tras una jornada de mercado. Además de la sobrecarga, el accidente fluvial pudo estar causado por todo lo que arrastraba el río, cuyo caudal había aumentado considerablemente como consecuencia de las lluvias registradas en las jornadas precedentes.

Los buzos del servicio de rescate entraron en acción pocos minutos después de producirse el naufragio y lograron recuperar los cadáveres de 42 pasajeros. Sin embargo, todavía hay más de un centenar de desaparecidos, por lo que se espera que la cifra de víctimas mortales aumente en los próximos días pues las probabilidades de encontrar supervivientes son mínimas.

El gobernador del estado de Níger, Mu'azu Babangida, instó a los responsables del transporte fluvial que extremen las precauciones en temporada de lluvias, cuando el río Níger incrementa considerablemente su caudal.