Hace dos semanas, de madrugada, el cadáver de Asunta aparecía en una pista forestal de Teo. Allí arrancaba una investigación cuya deriva conmocionaba a toda Galicia: sus padres, Rosario Porto y Alfonso Basterra, ella abogada y él periodista, eran detenidos y después enviados a prisión imputados por el "homicidio y posible asesinato" de su hija de 12 años, la misma a la que habían adoptado cuando solo tenía unos meses y con la que se les veía pasear por las calles de Santiago. Ya en la cárcel de Teixeiro, esta semana ha sido clave en las pesquisas que Guardia Civil y el juez Vázquez Taín siguen para tratar de estrechar el cerco sobre ellos. El exmatrimonio entró en el penal al estimar el magistrado que ambos se encontraban con la niña cuando fue sedada a la fuerza y, en el caso de la mujer, al situarla también con Asunta cuando ésta falleció: los agentes sitúan la muerte en el chalé familiar de Teo, próximo a la pista forestal donde apareció el cuerpo. Y las primeras pruebas toxicológicas y periciales que se acaban de recibir van reforzando la línea de investigación emprendida. Los que aún es una incógnita es el móvil. El porqué de esta crimen. Y mientras, los progenitores se han envuelto en un manto de silencio. Ya con nuevos abogados, ambos han cambiado de estrategia y se niegan a colaborar en ninguna diligencia hasta que se levante el secreto sumarial.

Asunta fue fuertemente sedada el día de su muerte. Los análisis del Instituto Nacional de Toxicología que se acaban de conocer no dejan lugar a dudas y revelan dosis prácticamente letales de lorazepam, el mismo tipo de ansiolítico que tomaba su madre: la niña tenía un índice de 0,68 miligramos por litro de sangre, 20 veces por encima de lo "normal". Una ingesta que según el juez fue "forzada" y que ocurrió cuando la niña estaba con sus padres, probablemente a la hora de la comida. Otra de las evidencias periciales que ya están en manos de los investigadores es el que indica que la cuerda naranja que apareció junto al cadáver, y con la que se habría atado a la menor, es de la misma composición química de la bobina hallada en el chalé de Teo. Restan otros análisis para afirmar científicamente que hay coincidencia.

Esta semana también ha sido clave para conocer la línea de defensa de los imputados. Participaron en los registros y declararon después de sus arrestos, pero ahora, con nuevos abogados, han cambiado de estrategia. Ambos se negaban este viernes a participar en una reconstrucción de las últimas horas de vida de Asunta aconsejados por sus abogados. No colaborarán en más diligencias hasta que se levante el secreto sumarial. El abogado de Porto afirma que cree en la inocencia de su cliente y que hay un tercer responsable.

La herencia, un "secreto familiar", los problemas psiquiátricos de la madre... Desde que Rosario y Alfonso fueron detenidos, se han sucedido presuntos motivos que o se han ido diluyendo o parecen haber quedado aparcados. Asunta acababa de ser matriculada para un nuevo curso de piano. Su muerte aún no tiene un porqué. Sigue siendo una incógnita.