Dos jóvenes de 17 años que fueron inspeccionadas por un guardia de seguridad de una tienda de Victoria's Secret en Nueva York no llevaban ropa robada en sus bolsas, como en principio se sospechaba, sino el cuerpo sin vida del feto de una de ellas. La presunta madre del bebé fue evacuada a un hospital y los restos fueron trasladados a la oficina del forense para someterlos a un examen.