Una de las declaraciones de mayor impacto para la acusación popular que ejercita la Asociación Clara Campoamor fue la del policía que acompañó a Rosario Porto tras denunciar la desaparición de su hija y que a las dos horas regresó a la casa para comunicar a sus padres que la pequeña había aparecido muerta en la pista de Teo.

El agente declaró ayer ante el juez Vázquez Taín que estuvo en la vivienda de Rosario hasta pasada la medianoche y cuando regresó para comunicar la aparición del cuerpo "su madre estaba durmiendo". Los abogados de la acusación popular apuntan que esto "sorprende profundamente en una madre que ha perdido a una hija y que supuestamente está tan nerviosa y preocupada", manifestaron a la salida del juzgado los abogados Ricardo Pérez y Rocío Beceiro.

Ambos letrados consideran que las declaraciones de los tres agentes que comparecieron ayer fueron "absolutamente claras y concretas". No solo no aportan "nada nuevo", sino que se "ratifican" en lo dicho anteriormente.

En contra la valoración de la defensa de Rosario Porto, sostienen no se produjeron contradicciones "dado que el propio testigo que creyó ver a la niña aquella tarde sola en una calle de Santiago volvió a comisaría al día siguiente para decir que no era la persona que creía". Ambos negaron la existencia de presiones a este testigo para que variara su versión, como apunta la defensa de Rosario. "No está acreditado ni nos consta", han explicado los abogados de la Asociación Clara Campoamor.

El agente relató que cuando fueron a presentar la denuncia en la Comisaría de Santiago los padres de Asunta estaban nerviosos. Salió con Alfonso a fumar un cigarro, momento en el que este le manifestó que la niña "iba a aparecer muerta y que esperaba que no la hubieran violado". Cuando fueron a comunicar la aparición del cadáver "la reacción más nerviosa es la de Alfonso". "Rosario salió detrás y decía que no era su hija, que buscáramos. Me pareció que no reaccionaba como debería una persona ante la muerte de su hijo", dijo.