La investigación de la Guardia Civil para esclarecer el caso del cadáver que fue arrojado al mar envuelto en un saco de plástico y atado por los tobillos y las rodillas con cuerdas prosigue para tratar de esclarecer un dato clave: la identidad del varón, del que trascendió que tendría entre 35 y 50 años. Esta labor es compleja debido a que el cuerpo, hallado el fin de semana en la playa de A Illa de A Pobra estaba muy deteriorado.

Según de la Benemérita, la labor de identificación del cadáver podría llevar "varios días" ya que las pruebas que se realizan son de ADN y dactiloscópicas, así como otras tendentes a buscar si el fallecido tiene alguna marca característica en su cuerpo que pueda dar pistas sobre su identidad y su procedencia. No trascendieron los resultados sobre las causas de la muerte.