En psiquiatría, la obsesión por alguien hasta el punto de llegar a la agresividad se denomina delirio pasional. "Una persona que sufre delirio adjudica un significado erróneo o irreal a percepciones reales. Los más frecuentes son el delirio persecutorio, por el que la persona se cree perseguida; el místico, por el que se cree Dios y que tiene una misión; y el pasional, por el que cree que una persona está enamorado de ella", explica el psiquiatra afincado en Vigo Leonello Forti, que prefiere no opinar sobre este caso concreto.

Según el especialista, el delirio tiene un tratamiento farmacológico eficaz y que permite al paciente llevar una vida prácticamente normal, aunque reconoce que su llegada al sistema sanitario es difícil, ya que no son conscientes de estar viviendo una realidad ficticia. "El delirio es un estado de locura transitoria en el que el enfermo cree estar viviendo una realidad que no existe y durante el que puede ser peligroso para sí mismo y también para los demás. Sin embargo, los ingresos suelen ser forzosos o son traídos a consulta por sus familiares porque él no es consciente de lo que le pasa", explica el psiquiatra.

Según Forti, el delirio, síntoma propio de las psicosis, suele aparecer a partir de los 35 y 40 años, aunque también puede manifestarse a edades más tempranas como consecuencia del consumo de drogas.