La Audiencia de Pontevedra ha condenado a un vecino de O Grove, José Luis S.S., a una pena de 15 años de prisión por violar de forma reiterada a su hija entre finales de 2001 y febrero de 2008, unas agresiones sexuales que se iniciaron cuando la menor contaba solo con diez años. El tribunal le impone también una orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse con la joven durante un plazo de 20 años y le obliga al pago de una indemnización a la víctima, que sufre daños psíquicos, por un importe de 60.000 euros.

El relato que recoge la sentencia como hechos probados desvela como la joven vivió un auténtico infierno desde 2001. Fue entonces cuando el acusado se separó de su esposa y madre de la niña, siéndole otorgada la guarda y custodia de los tres hijos de la pareja, todos ellos menores de edad. Se trata de dos varones hijos biológicos del matrimonio, los más pequeños, y esta niña, la mayor, que era hija biológica solo de la madre pero legalmente reconocida por el acusado.

A finales de 2001 comenzaron las violaciones a la hija mayor de la pareja, cuando ella contaba con diez años. El acusado empezó a mantener relaciones sexuales con la menor primero solo por vía vaginal y luego también bucal, quitándole la ropa él mismo si la niña se negaba. Establece la sentencia que el acusado "siempre ejerció su autoridad de padre sobre la menor" y que "inicialmente, ella no fue totalmente consciente del significado de aquellas prácticas".

El fallo establece que los hechos se repitieron "con una periodicidad prácticamente diaria" entre finales de 2001 y febrero de 2008 y ocurrían generalmente por la tarde o por la noche, siempre dentro de la vivienda. Si estaban los hermanos pequeños en la casa, el padre los mandaba al garaje o a ver la televisión y les prohibía subir a la sala mientras no los llamaba. La menor logró poner fin a esta situación el 7 de febrero de 2008, cuando logró escaparse y refugiarse en Ferrol, en la vivienda de su madre.