La sombra de la burocracia planea sobre la investigación que finalmente desembocó en la capura del supuesto pederasta de Ciudad Lineal. Alfonso Fernández Díaz, Jefe Superior de la Policía, ha declarado que los agentes no lograron identificar inicialmente al detenido, Antonio Ortiz, como agresor sexual puesto que en las bases policiales figuraba detenido por detención ilegal. En efecto, en 1988, Ortiz pasó a disposición judicial por detención ilegal de una niña de seis años. Y eso fue lo que figura en su ficha policial. Después, ya en el juicio, confesó que además la agredió y por ello le cayeron siete años de prisión. Sin embargo, los juzgados y la policía no intercambiaron datos. Esta circunstancia, destacada por Alfonso Fernández, pudo haber retrasado la resolución del caso.

El director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, salió ayer a intentar aclarar esta situación, que enturbia la feliz resolución de uno de los casos más complicados a los que se ha enfrentado la Policía española. Sus palabras parecen rectificar las declaraciones del Jefe Superior. Cosidó aseguró que lo primero que hizo la Policía fue comprobar que tenía condenas por pederastia. Acto seguido reconoció que, en ocasiones, el intercambio de información entre los órganos judiciales y los policiales "se puede mejorar", y aseguró que en este caso "la información sí funcionó, porque una de las primeras cosas que se comprobó fue a las personas que tuvieran condenas por pederastia, y entre ellas estaba esta persona". El director general de la Policía reiteró que una de las primeras líneas de la investigación "fue comprobar a aquellos que tenían antecedentes penales por haber cometido delitos de pederastia y él los tenía". Y añadió: "Tenemos que hacer un esfuerzo especial para mejorar el intercambio de información, no solo entre los órganos judiciales y la policía, sino también con otras administraciones, como las penitenciarias".

En este sentido, Cosidó insistió en que se está trabajando para mejorar día y día, pero también que hay que tener en cuenta las limitaciones que supone la protección de datos en los intercambios de información. "Hay límites, pero estamos trabajando para mejorar ese intercambio de información, no solo en este campo, también en otros, ya que es vital para resolver las investigaciones", señaló.

En cuanto al caso del presunto pederasta detenido el miércoles en Santander como supuesto autor de cinco violaciones a niñas y tres tentativas de agresión sexual, insistió en que el equipo investigador tiene pocas dudas sobre la autoría de esos crímenes. "Aun así, está trabajando con mucha intensidad para tener todas las evidencias y pruebas, y que sean lo más contundentes posibles para que esta persona tenga el castigo que merece, que sin duda debe ser muy duro", manifestó a los periodistas. Por último volvió a destacar que la investigación fue de una "profesionalidad exquisita", y que la Policía "ha trabajado mucho y muy bien, como demuestran los resultados".