La disconformidad con el fallo emitido por la Audiencia provincial el pasado mes de abril llevó ayer al padre del joven fallecido en Pontedeume en 2011 a solicitar al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que se repita el juicio o se condene al matrimonio que fue acusado de la muerte, que fue considerado homicida por un jurado y absuelto tras la vista oral. J.A.F.C. y M.C.F.G., ambos de 68 años, fueron juzgados por el homicidio de Fernando S.G., que había entrado en su domicilio en torno a las 02.30 horas del 10 de julio de 2011.

El jurado consideró culpable de homicidio al marido por haber clavado al joven el cuchillo que posteriormente ocasionó su muerte en un lugar cercano al domicilio, y también a su mujer como cooperadora necesaria, pues le proporcionó el arma. Sostuvo, no obstante, que concurrían las eximentes de legítima defensa y miedo insuperable y su veredicto, después de cuatro intensas jornadas de juicio, fue la libre absolución de ambos.

El TSXG acogió ayer la vista de apelación contra la sentencia con el único recurso del padre de la víctima, pues tanto su madre como sus tres hermanas han retirado sus acusaciones iniciales. El abogado que representa al padre de la víctima, Jesús Porta, solicitó que se repita el juicio debido a la "falta de motivación" de la sentencia por parte del jurado o bien que el tribunal dicte "otro fallo", que debería ser una "condena por asesinato u homicidio imprudente".

En su exposición ante los magistrados opinó que en la sentencia "no se introdujeron una serie de hechos necesarios para que pueda ser contemplada la legítima defensa o el miedo insuperable". Incidió en que "no existe" un razonamiento del jurado "que justifique sus conclusiones" y destacó que el agresor "no tenía contusiones" e hizo "una herida frontal" a la víctima.

José Luis Gutiérrez Aranguren, que representa a los dos vecinos de Pontedeume que se encontraron al joven en su casa, se mostró "tranquilo", pues cree que "se mantendrá el resultado absolutorio" mientras la familia intenta "agotar las últimas posibilidades de tener sentencia favorable". Recordó que la noche de los hechos la mujer alertó al marido de la presencia de un extraño en su vivienda al grito de "hay gente en casa", sin precisar cuántas personas había, por lo que él, con graves problemas de agudeza visual, se despertó sobresaltado sin coger las gafas.

Derribo

También afirmó que la víctima podía haber escapado y, en cambio, empujó al varón derribándolo, se escondió en una habitación y más tarde se marchó, tras recibir los siete impactos de un cuchillo, con un salto por la ventana y después de anunciar una venganza posterior, que nunca llegaría. Considera que existió "un miedo que impidió razonar" y también todos los supuestos necesarios para la legítima defensa, que comienza con la agresión ilegítima -que en el Código Penal puede ser el allanamiento de morada-, la necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla y la falta de provocación del que se defiende.

El fiscal, al igual que hizo en el juicio celebrado en el mes de abril, solicitó ayer la absolución de ambos acusados por considerar que existen dichas dos eximentes, por lo que solicitó "la desestimación del recurso y que se confirme la sentencia".