El desahucio se produjo en un piso de la calle de La Mancha número 24 -32 según la numeración antigua-, en el barrio de Pumarín (Gijón), donde reside una pareja con dos hijos, un niño de 9 años y una niña de 19 meses.

El propietario de la vivienda, Jaime Fernández Mesejo, de 37 años, ha asegurado que vivió "una auténtica pesadilla" cuando se percató de que no podía entrar a su casa porque le habían cambiado la cerradura.

Según Mesejo, la comitiva judicial no dejó ninguna notificación, aunque el cerrajero le dio a una vecina su teléfono.El propietario se puso en contacto con su banco, donde tiene una hipoteca "al día", con la Policía Local y con el cerrajero, pero tuvo que intervenir un procurador para dejar constancia de la recuperación de su piso.

El Ayuntamiento explicó que la Policía Local se presentó en la vivienda que venía indicada en la orden judicial, por lo que atribuyó el error a un fallo en la numeración del citado documento.