Tres guardias civiles del puesto de Moaña -dos agentes y el sargento- resultaron ayer heridos en un enfrentamiento con dos jóvenes de la localidad, hermanos mellizos, durante el cual recibieron varios golpes con unas estacas de madera en la cabeza y en otras partes del cuerpo como brazos, espalda y piernas. Los agentes tuvieron que recibir asistencia médica en el Centro de Salud de Cangas, aunque están fuera de peligro. Los jóvenes, S.P.A. y AP.A., de 23 años, también tuvieron que ser trasladados al centro de salud, en este caso de Moaña, debido a las lesiones sufridas cuando se les intentaba reducir, y ayer permanecían detenidos en las dependencias del cuartel cangués por atentado contra la autoridad.

El suceso se produjo pasadas las diez de la mañana. La patrulla había sido requerida por un vecino de la zona de Sisalde, lindante con el casco urbano de Moaña, que denunciaba que los jóvenes, que se encontraban en la calle, estaban increpando a su hija, que estaba dentro de casa, y a la gente que pasaba por la zona.

Cuando la patrulla llegó al lugar, y según fuentes presenciales a falta de una confirmación oficial, uno de los guardias civiles les pidió que se identificaran. Los jóvenes tenían las camisetas ensangrentadas como si hubieran participado ya en una pelea anterior y respondieron de manera chulesca con alguna frase como que se fueran a comprar pan. Ante la negativa de ambos y cuando uno de los agentes se dirigió a uno de los hermanos para cumplir con el protocolo de que tendrían que acudir al cuartel a abrir diligencias para su identificación, el otro mellizo cogió del suelo una estaca de madera, de alrededor de un metro de largo, y le golpeó en la cabeza. El efectivo cayó al suelo aturdido por el fuerte impacto y con él también cayó el joven al que intentaba identificar.

Ahí empezó un fuerte enfrentamiento, de por lo menos unos veinte minutos, hasta que los agentes pudieron reducir a los jóvenes, no sin tener que recurrir al uso de porras, y después de recibir varios golpes con palos de madera, alguna piedra e incluso recibir un mordisco por el que tuvo que recibir tratamiento antibiótico. Los hermanos también recibieron varios golpes en las piernas para poder ser reducidos.

Este altercado ha puesto en evidencia la falta de patrullas de la Guardia Civil en O Morrazo. La furia con la que los jóvenes hicieron frente a los agentes, y el hecho de ser bastante corpulentos, puso en una situación de riesgo a esta fuerza del orden que no quería recurrir a medidas más drásticas para lograr reducir a los hermanos, como hacer uso del arma. En la mañana de ayer no había patrulla en Cangas y la de Seixo-Marín fue alertada, pero son bastantes kilómetros para poder llegar a tiempo. La Guardia Civil tuvo que avisar a la Policía Local de Moaña, que llegó cuando ya los jóvenes estaban reducidos en el suelo y que fue la encargada de trasladar a los detenidos al centro de salud.

Debido al suceso, numerosos vecinos salieron a la calle asustados por los gritos. Algunos testigos aseguran que el enfrentamiento se prolongó casi media hora y que hubo escenas de mucha tensión.