Un centenar de jóvenes han sido interrogados en los últimos tres meses por agentes de la Guardia Civil en relación a la difusión en las redes sociales e internet de un vídeo porno grabado hace tres años en las fiestas de San Timoteo de Luarca (Asturias) sin aparente consentimiento de los protagonistas y en el que se ve practicando sexo a una pareja.

La magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Luarca, Marta Huerta, abrió diligencias a raíz de la querella que presentó el hombre que sale en el vídeo, conocedor a esas alturas de que era el indeseado actor de unas escenas de sexo que gracias a las modernas tecnologías de la comunicación corrieron como la pólvora por los ayuntamientos del occidente asturiano. La jueza, tras examinar los testimonios de los interrogados decidió imputar a 23 de ellos, que en estos momentos están a la espera de ser llamados a declarar en la vista oral.

Los hechos investigados se remontan a 2012. Una pareja decidió buscar un lugar discreto en una de las arboledas que rodean el prado de la romería para entregarse a la práctica sexual ignorante de que alguien estaba emboscado muy cerca y grabó la fogosa escena durante casi cinco minutos con su teléfono móvil. Posteriormente, ese vídeo acabó colgado en uno de los escaparates de internet que se nutren de vídeos de gente pillada en situaciones semejantes en espacios públicos. El asunto no trascendió hasta que alguien reconoció a la mujer del vídeo, bajó la grabación de internet y procedió a su difusión local a través de WhatsApp.