A salvo y preparando su salida de Nepal vía Estambul en las próximas horas. Los dos montañeros gallegos que sobrevivieron en el Himalaya al devastador terremoto que arrasó el país llegaron ayer a Katmandú en una avioneta procedente del aeropuerto de Lukla. El terremoto, que alcanzó los 7,8 grados de intensidad y que deja un balance provisional que supera ya los 6.000 fallecidos, les sorprendió a poca distancia del campamento base del Everest, arrasado por una avalancha de nieve poco después de que ellos lo abandonaran.

"Parece que se acabó la pesadilla. Estamos refugiados en las oficinas de la constructora San José y en unas horas saldremos hacia Estambul. De allí volveremos a España en el vuelo que teníamos previsto", explica Carlos Somoza. Este ATS que trabaja en el Punto de Atención Continuada (PAC) de Sanxenxo, y su compañera de escalada, Luz Pazos, caminaron durante días hasta llegar al aeropuerto al pie del Everest para ser evacuados.

El Ministerio de Asuntos Exteriores sigue buscando a 78 españoles en Nepal, de los que la mayoría son turistas, si bien hay 15 montañeros que se encontraban en las zonas de mayor riesgo cuando ocurrió el terremoto, según los últimos datos facilitados ayer por el ministro José Manuel García-Margallo. Existe especial preocupación por cuatro ciudadanos asturianos, que se encontraban en Langtang, una zona montañosa "particularmente mala", según el ministro.

En las últimas horas se gestionó la salida de Nepal de un inspector de la Policía Nacional herido mientras trataba de ayudar a otros españoles tras el terremoto y de otro montañero con las manos congeladas que resultó herido antes del seísmo. Ambos salieron de Nepal en un avión de las líneas aéreas checas y en el caso del inspector será trasladado a Madrid. El montañero por su parte será llevado a Barcelona y de ahí a Zaragoza para ser atendido.

Según los últimos datos, en el hotel de la cónsul honoraria en Katmandú, Ambica Shrestha, hay en estos momentos 16 españoles. Pero la embajada española que continúa más activa son las oficinas de la constructora gallega San José en Katmandú. Un equipo directivo, integrado por tres españoles, se ha desplazado al país para facilitar asistencia a los numerosos españoles afectados que esperan ser evacuados.

En las zonas de montaña -Langtang, Everest, Annapurna, Manaslu y Kanchenjunga- hay en total 82 españoles, de los que 13 no han sido contactados aún y 69 con los que sí se ha hablado. La zona más preocupante es Langtang, donde hay 16 españoles, 10 de ellos aún sin localizar. En el Everest hay 44 ciudadanos, de los que 43 están contactados, en tanto que en el Annapurna hay 18 españoles, 16 de ellos localizados.

Y mientras, la cuenta de muertos sigue subiendo de manera inexorable en Nepal y supera ya los 6.000, una cifra que la ONU da por seguro que aumentará aún considerablemente una vez se llegue a las zonas rurales del país, algo que cinco días después del terremoto considera "esencial".

El último balance oficial de muertos alcanzó ya los 6.166 y el de heridos los 13.232, registros que confirman día a día las dimensiones devastadoras de una catástrofe que mantiene a decenas de equipos de rescate movilizados en busca de milagros bajo los escombros.

"En las zonas remotas donde el terremoto fue realmente más violento el sufrimiento es mucho mayor de lo que estamos viendo aquí; además la infraestructura allí no tiene la misma robustez que aquí, así que puedes imaginar que las víctimas son mucho más altas", indicó el máximo responsable de la ONU en Nepal, Jamie McGoldrick. En Katmandú el drama continúa, al igual que la vida, y hoy los comercios empezaron a retomar su pulso habitual, aunque se resienten por la salida de la ciudad de cientos de miles de personas que trabajaban en el sector.

Alrededor de 400.000 personas pueden haber abandonado la capital nepalí, "la mayoría de ellos trabajadores", con lo que ello implica para estabilizar el sector. El suministro eléctrico en el valle de Katmandú se ha recuperado casi en su totalidad y ya llega al 90 % de los usuarios, pero el miedo a nuevas réplicas o epidemias está latente.